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Fabián se consagra como líder del PSG en la obra maestra de Luis Enrique: “Engaña y mucho, es un jugador impresionante”

El centrocampista y el entrenador español establecen la complicidad que impulsa al equipo de París a la condición de favorito en la final de la Champions

Fabián Ruiz celebra su gol junto a Achraf Hakimi y Joao Neves este miércoles.
Diego Torres

Pocas aficiones en Europa han hecho más ruido a cambio de menos resultados, y muy pocas poseen la gracia inherente a la ciudad que hizo de la opereta un símbolo eterno de la exaltación sensual. Sentir que tenían a mano la primera final de Champions a la que podrían acudir de fiesta desencadenó en los hinchas del Paris Saint-Germain eso que Luis Enrique llama “pasión” y que, según el entrenador asturiano, es el condimento básico del estilo desatado de su equipo, algo que hace fortuna entre la multitud. Resultó una ironía, o una consecuencia inevitable, que fuera Fabián Ruiz, el menos dicharachero de los jugadores de la plantilla, el que abriera con un gol de media volea las puertas de la feria que conduce a la final de Múnich del 31 de mayo, el acontecimiento social más importante de la historia del PSG, club que guarda un pésimo recuerdo de la única final que disputó hasta ahora, en agosto de 2020, en el Estadio da Luz, desierto por la pandemia.

Cuando tienes problemas tienes que sacar tu mejor versión”, observó Luis Enrique, despeinado y rubicundo, pasada la medianoche del miércoles, cuando tras ganar al Arsenal por 2-1 (3-1 en el global de la eliminatoria) al salir del vestuario alguien le preguntó por Fabián. El técnico acababa de cumplir 54 años y el nombre del centrocampista sevillano le evocó un pasado de dificultades personales y profesionales. “Fabi”, dijo, “lleva años aquí y quizás cuando aterricé en el PSG, él podía pensar que a lo mejor no iba a ser muy importante. ¡La primera semana que llegamos le hice alguna bromita! Hoy ha estado soberbio”.

Después de tres temporadas en París, a sus 29 años, Fabián ha adquirido la gravedad de los comandantes. Ha participado en todos los partidos del PSG en Champions camino de un desenlace histórico contra el Inter de Milán. Si el cuadro azul levanta el trofeo, será el primero en la historia que lo consigue después de disputar 16 partidos, un récord, y sufrir cinco derrotas, otro récord del torneo. Las derrotas comenzaron por un 2-0 contra el Arsenal, 1-2 contra el Atlético y 1-0 contra el Bayern en la fase de liguilla, coincidiendo con un periodo de problemas físicos de Fabián, que entró en las segundas partes contra el Arsenal y el Atlético. Cuando el español adquirió ritmo de competición, la estructura se estabilizó y el PSG comenzó a desplegar un juego asombroso por dinámico y agresivo. En febrero, después de golear al City por 4-2, Luis Enrique le rindió homenaje haciendo acto de contrición: “Yo no lo llevé al Mundial de Qatar y me equivoqué”.

Dicen en el PSG que el técnico va por la vida como si las cosas materiales que ocupan a los demás a él le importaran menos que una higa, y algo parecido puede decirse de Fabián, otro carácter arrollador. No fue extraño que ambos se desencontraran, tal vez por la causa más banal, cuando el entrenador era seleccionador de España y el futbolista se disponía a dejar el Nápoles por el PSG después de cuatro temporadas en Italia. Puede que ambos se mandaran a por uvas, pero de aquellas fricciones surgió un respeto recíproco. Cuando se reencontraron en París en 2023, los dos descubrieron que compartían mucho más que un modo de ser y de estar en la competición.

Fabián líder del PSG

Como centrocampista llegador, escudero de Marc Roca y hombro con hombro con Ceballos, Fabián había sido un jugador fundamental en la selección que conquistó la Eurocopa sub-21 en 2019. No le faltaron maestros entre sus entrenadores, todos antiguos volantes: Quique Setién en el Betis; y Ancelotti, Gatusso y Spalletti en el Nápoles. Entre todos conformaron un experto en el reparto de espacios y tareas que exige el 4-3-3. El aprendizaje le sirvió para ensamblarse como pieza providencial en la idea de Luis Enrique. Junto con Neves y Vitinha han conformado el que para la mayoría de los directores deportivos de Europa es el mejor centro del campo del mundo, digno sucesor del triunvirato de Rodri, Bernardo Silva y De Bruyne en el City, y del medio que Busquets, Xavi e Iniesta instalaron en lo más precioso del libro de los grandes fabricantes de fútbol.

En la última Eurocopa, para mí Fabián fue el mejor mediocampista del torneo; es un jugador impresionante que nos aporta muchísimo con y sin balón”, ponderó Luis Enrique, contemplando la obra recién acabada de un hombre que es ejemplo de rebeldía y altruismo. Imprescindible en una plantilla poblada de canteranos inmaduros que se impacientan porque no son titulares. “Estoy muy contento de que los jugadores hagan como hizo Fabián y le den la vuelta a su situación porque les necesitamos a todos”, indicó el entrenador.

Frente al Arsenal, que se adueñó del balón durante el 51% del tiempo de juego, Fabián hizo mucho más que destrabar el partido cuando el PSG se vio asediado y amenazado por el desánimo. Debió multiplicarse en defensa. Cubrió la mitad izquierda del campo, ayudó a Mendes a defender las llegadas de Saka y Timber, saboteó las líneas de abastecimiento que iban de Partey a Merino pasando por Odegaard, hizo blocajes de tiros que aliviaron a Donnarumma, se pasó al costado de Neves cuando las circunstancias exigieron que asumiera las obligaciones de otros, y luego lanzó a Kvaratskhelia procurando habilitarlo en contragolpes que resultaron arrasadores.

“Engaña mucho”

“Somos un equipo que pretendemos tener más el balón que el rival”, observó Luis Enrique. “Para eso en el mediocampo necesitas jugadores inteligentes y que tengan capacidad de moverse mucho y de picar en profundidad. Fabián engaña mucho. No parece muy rápido, pero tiene una zancada muy larga y hace movimientos en el momento adecuado. Hoy ha podido apoyar al equipo con un golazo impresionante que nos ha dado muchísima tranquilidad. Desde la temporada pasada está a un nivel altísimo”.

Fabián y Luis Enrique se han hecho cómplices. La simpatía es mutua. Junto a Vitihna, Neves y Marquinhos, predican la ley de la solidaridad. El Paris Saint-Germain vuela inspirado en ellos.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.
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