Jude Bellingham: “El Arsenal podría haber marcado muchos más”
Carlo Ancelotti lamenta que el Madrid no reaccionó unido y Courtois se queja de que las faltas de los dos primeros goles fueron “innecesarias”

Martin Odegaard se fue del Madrid al Arsenal en el invierno de 2021 porque se había cansado de esperar su oportunidad. Con Kroos y Modric en plena vigencia, apenas se abría la ventana para él en Valdebebas. Cuatro años después de aquella decisión, el nórdico recibió al equipo blanco en el Emirates como capitán general y ahí seguía Modric. La madurez de Odegaard (26) y los surcos en la cara del balcánico (39) se saludaron al inicio de una noche que fue de mal en peor para los merengues, arruinados por un fallo sistémico representado en el naufragio de la delantera más famosa del fútbol actual.
“Sé que dos de sus goles fueron tiros libres, pero podrían haber marcado muchos más. Nosotros no estuvimos ni cerca”, admitió un Jude Bellingham crudo e inapelable. “Nos castigaron y eso pasa en el fútbol de alto nivel. Esa es la verdad, el Arsenal estuvo realmente bien”, añadió el inglés en Amazon Prime, que dejó la única gota de calidad ofensiva de los blancos: un pase filtrado que colocó a Kylian Mbappé delante de David Raya. El francés disparó a las manos del español. Y ya, eso fue casi todo del Madrid en ataque.
El análisis de Carlo Ancelotti resultó algo más indulgente dentro del desplome final. “Los últimos 30 minutos fueron muy malos”, afirmó un apesadumbrado técnico italiano, que en tres días ha visto alejarse la Liga y quedar arrinconado en Europa. “En la primera parte lo hicimos bastante bien, el equipo estaba ordenado. Pero con los dos goles a balón parado nos hemos caído un poco a nivel físico y mental. No tuvimos reacción, algo que habitualmente tenemos”, lamentó el italiano, que asumió toda la responsabilidad y no encontró explicaciones al hundimiento.
“No fuimos capaces de hacer una reacción conjunta, unidos. Hicimos jugadas individuales y esto nos ha penalizado. Perdimos el orden”, apuntó en un análisis en el que volvió a asomar la expresión más recurrente de su discurso esta temporada. Otra vez, a su juicio, el Madrid no fue compacto. “Hemos visto la dificultad de tener el bloque compacto en los momentos buenos y no tan buenos”, incidió en un ejercicio de mirada en perspectiva.
“Las posibilidades [de remontar] son muy pocas, pero hay que intentarlo y lo haremos de todas las maneras”, aseguró Ancelotti, que volvió a ver a sus jugadores este martes por debajo del rival en “actitud, calidad y bloque”. “Hay muchas cosas que el Arsenal ha hecho mejor que nosotros. En la crítica tenemos que ser honestos. Por una hora, el equipo no ha estado mal. Luego miras el resultado y dices: ‘hay que tirar todo a la basura’. Y no es así”, insistió.
“Quizá podía haber puesto otro en la barrera”
A la espera de otra posible sesión milagrera en la vuelta, el padecimiento del Madrid es de los que dejan rayas hechas. Por ahí andaba la batería de atacantes más distinguida del fútbol mundial, desconectada del juego y casi inofensiva.
Mbappé soltó un disparo en el segundo 40, que acabó en las manos de Raya, y Vinicius lanzó una contra en el minuto dos. Ninguna de las dos acciones terminó en nada, pero parecieron anunciar un ejercicio amenazante de los blancos. En absoluto. Solo el mano a mano de Mbappé, que tampoco exigió lo mejor de Raya, y una combinación entre Bellingham y el galo fueron lo único de un enorme secarral ofensivo. Al final, ya solo quedaron las aventuras estériles de Vini.
El Madrid languidecía y solo encontraba un madero al que agarrarse: Thibaut Courtois, el sostén hasta que fue fulminado en dos faltas ejecutadas de forma categórica por Declan Rice en 12 minutos de fuego del Arsenal. “En la primera”, analizó el belga, “quizá podía haber puesto otro hombre más. En la segunda no la puede pegar mejor. A veces, son faltas innecesarias donde no hay peligro, no hay que hacerlas”, se quejó. Rice fue el segundo rival en la historia del Madrid en hacerle dos goles de falta directa en la Copa de Europa. Para encontrar al primero hay que viajar hasta 1956, con Ernst Happel. Y habría que rebobinar mucho en la carrera del belga para verlo superado en dos golpes francos de esa manera. Pero, aún así, en él empezó y acabó un triste Madrid.
Antes del doble castigo, dejó cuatro intervenciones de peso que mantuvieron a un equipo sin mucha chicha. Once tiros a puerta acumuló el Arsenal por solo tres de los blancos. Una noche de tormenta en Londres que, en caliente, solo tuvo las explicaciones de Lucas Vázquez. “No dimos un paso al frente en la segunda parte. Nos han sabido presionar. Tuvimos alguna jugada aislada, pero no pudimos hacer posesiones largas”, analizó el primer elegido para justificar la peor noche del curso del Madrid, al que solo le quedó apelar al esoterismo del Bernabéu.
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