La terrible historia de Natalia Nagovitsyna: tras 15 días de intentos, se da por zanjado cualquier intento de rescate de la alpinista rusa
Mientras su hijo recuerda que “sigue viva”, el mal tiempo y la dificultad técnica del terreno impiden cualquier posibilidad de salvar a la mujer que se fracturó una pierna durante el descenso del Pobeda


Ni la petición desesperada de su hijo de 27 años, ni los equipos improvisados de rescate, ni un vuelo milagroso de helicóptero salvarán a la alpinista rusa Natalia Nagovitsyna (47 años), quien al parecer sigue con vida 15 días después de fracturarse una pierna en el Pico Pobeda (7.439 metros) y quedar varada en una tienda de campaña a 7.150 metros. Sin apenas comida ni gas para derretir nieve e hidratarse, con temperaturas que rozan los 30 grados bajo cero y un empeoramiento radical de las condiciones meteorológicas, las autoridades de Kirguistán dieron ayer por zanjado cualquier intento de rescatar a Nagovitsyna, quien, tal y como recordaba su hijo en sus redes sociales “sigue viva”.
La crueldad de esta situación remite a otra escena igualmente dura y protagonizada también por Natalia Nagovitsyna: en 2021, en el vecino Khan Tengri, su esposo Sergey sufrió un infarto cerebral cerca de la cota de los 7.000 metros. Incapaz de perder altura por sí mismo, su mujer se quedó a su lado hasta que expiró, desoyendo las súplicas de otros montañeros para que descendiese. Un año después pisó la cumbre del Khan Tengri, colocó una placa en memoria de su marido y siguió adelante con el reto de convertirse en ‘Leopardo de las Nieves’, galardón que reconoce a aquellos alpinistas que escalan las cinco cimas más elevadas de la extinta Unión Soviética.
Al parecer, tras escalar el Pico Lenin, el Kahn Tengri, el Korzhenevskaya y el Pico Comunismo (el más elevado de la cordillera del Tien Shan, en la frontera entre Kirguistán y China), Nagovitsyna estaba a falta de obtener la cima del Pobeda, alcanzada el pasado 12 de agosto horas antes de resbalar durante el descenso, caer y fracturarse una pierna. Fuentes locales señalaron que la mujer herida figuraba como clienta de un guía de montaña de nombre Roman, cuya certificación nadie ha podido encontrar aún. También figuraban en este equipo dos alpinistas más. Entre todos alojaron a Nagovitsyna en una tienda de campaña ubicada 300 metros de desnivel por encima del último campo de altura.
Sin radio ni apenas comida, la accidentada quedó a expensas de un milagro, puesto que en la zona solo operan viejos y pesados helicópteros heredados del ejército y sin capacidad para realizar operaciones de rescate a tanta altitud. De hecho, uno de los aparatos enviados por el ejército ruso se estrelló debido al mal tiempo en una cota cercana a los 5.000, sin que hubiese que lamentar fallecidos. La última esperanza real de salvar a Nagovitsyna se desvaneció cuando un aparato más ligero del tipo Eurocopter declinó implicarse al comprobar que las condiciones en la montaña no dejaban margen para un vuelo seguro.
El Pobeda es una montaña técnicamente compleja, con una ruta larga y expuesta a peligros de aludes, grietas, paso técnicos, aristas inestables y una larga historia de tragedias y, según los especialistas en la zona, sería preciso el concurso de 20 rescatistas para socorrer a la alpinista rusa. Un vuelo de dron confirmó, una semana después del accidente, que Nagovitsyna seguía viva. Sin embargo, el último contacto humano que vivió la accidentada fue un día después de quedar impedida: el italiano Luca Sinigaglia y un alpinista alemán alcanzaron su tienda, le entregaron un saco de dormir, comida y un cartucho de gas. La dificultad del terreno y las condiciones de la montaña no les permitieron siquiera plantearse su rescate. Tras otro intento fallido al día siguiente, ambos emprendieron el descenso, más una carrera para sobrevivir que una retirada. Una tormenta con vientos huracanados acabó con la vida de Sinigaglia mientras su compañero germano alcanzaba in extremis el campo base. Nagovitsyna no volverá a ver otro rostro.
Las autoridades de Kirguistán informan que no hay señales de vida de la alpinista rusa Natalia Nagovitsyna, quien se rompió una pierna el 12 de agosto en el pico Victoria.
— Radio i99 (@Radio_i99) August 27, 2025
A unos 7.000 metros de altura, la búsqueda con dron y otros medios no logró resultados, y las operaciones… pic.twitter.com/DmDytot0Xv
El 20 de agosto, ocho días después del incidente, cuatro alpinistas iniciaron un nuevo intento de rescate. Pero no pasaron del campo 2, según informarían varias páginas webs rusas: el mal tiempo no dejaba margen para intentar nada y las autoridades de Kirguistán dieron por cerrado el caso, comunicando que reanudarán en primavera las tareas para rescatar los restos de Nagovitsyna.
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