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Unicaja MAL
97
Barça BAR
101
1234PT
MAL 21 25 14 25 12 97
BAR 16 21 25 23 16 101
FINALIZADO

El Barcelona recupera ante el Unicaja la fe y el baloncesto a tiempo

El equipo azulgrana, sometido por momentos por el rival, logra el triunfo en la prórroga (97-101) y se adelanta en la serie

Justin Anderson entra a canasta ante David Kravish, de Unicaja.
Jordi Quixano

Joan Peñarroya dio una charla a la carrera y sin mirar a los ojos de Anderson, descargándole de la presión y valorando los posibles escenarios dependiendo del acierto de su jugador desde la línea de los tiros libres. El rival Perry se le acercó después en el juego del trash-talking, pues toda palabra era válida si le sacaba un poco de quicio o al menos le alteraba el pulso. Anderson, entonces, con tres tiros libres por delante y con el Barça perdiendo de dos ante el Unicaja cuando al reloj le quedaban dos segundos, botó el balón. Uno, dentro. Dos, dentro. Y tres…, bola caprichosa que se salió del aro. Prórroga al canto y duelo superlativo, al fin triunfo de un Barcelona que tan pronto pasa de Doctor Jekyll a Mr. Hyde, capaz de lo mejor y de lo peor, de vivir en una montaña rusa permanente. Eso sucedió en Málaga para rendención de Anderson, que castigó al rival con dos triples en el momento decisivo, el último, que valieron para dar el triunfo al Barcelona y, de paso, la cachetada al Unicaja, que deberá ganarse las habichuelas en el Palau si quiere seguir en la eliminatoria.

Ausente Vesely por una lesión perenne y a medias Hernangómez porque se le ha acabado el crédito en el Palau, el gigante Fall explicó de inicio que tiene margen de mejora, que puede ser un recurso válido si se aplica en defensa (y en el gimnasio). Así lo hizo en el arranque ante el Unicaja, tapones a Carter y Taylor, también palmeos y canastas. Un sprint de salida que Parker aderezó (2-11), también un espejismo. Es el Barça un equipo que depende de la inspiración, del yo recibo y lanzo porque no hay un ataque elaborado sino una ofensiva al abordaje al dictado de los dos puntales americanos, que no miran alrededor sino que atienden a su particular showtime. El yo antes que el nosotros, y un garrotazo explicado con un parcial de 15-2, nulos también los demás que se animaban a mirar al aro. Al otro lado de la red, Carter y Taylor, después Perry, atletas con muñecas de oro que se reparten el balón y el éxito, se bastaron para aclararle al Barça que si quería seguir de pie, no le bastaría con esa escuálida hoja de ruta.

La descomposición azulgrana cogió forma en Punter, alérgico a la canasta y desquiciado en defensa, al punto de que Peñarroya lo castigó en el rincón de pensar tras su tercera personal, un tiempo de reflexión para atemperar los ánimos. Algo de lo que no entiende Parker, siempre en su mundo, un verso libre que puede ser tan magnético como calamitoso. En Málaga tocaban violines y rosas, actuación para mantener a flote a un Barça que palidecía ante el ritmo de pies y cintura rival, de un equipo en el que todos reclamaban protagonismo; de Tyson a Tillie, de Djedovic a Ejim... Muchos y mucho que valió para alcanzar el entreacto con la cabeza alta, 46-37.

Acelerado por Perry y punteado por Carter, Unicaja pareció poner tierra de por medio para el jolgorio del Carpena. Pero tan caótico es el Barça en su baloncesto como resiliente en su alma, siempre con siete vidas. Y en Málaga no fue distinto, dado por muerto y resucitado a tiempo, impulsado por Parker y los enérgicos Brizuela y Anderson, también por un baloncesto a la carrera que despertó a Punter, 60-62 a falta del epílogo. Apareció entonces Perry con un recital que pareció meter de nuevo al Barça en la bruma. Pero Punter negó la mayor, ya con la muñeca caliente, y Anderson llevó al Barça a la prórroga, donde ambos cocinaron el triunfo para enfado del Unicaja, exigido ahora a vencer en el Palau si no se quiere ir a casa antes de tiempo. Dependerá, sin embargo, del Barça que se encuentre delante. Doctor Jekyll o Mr. Hyde.

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Sobre la firma

Jordi Quixano
Redactor de Deportes en EL PAÍS desde 2003. Licenciado en la Universidad Ramon Llull. Ha cubierto una Eurocopa, un Mundial y varias Vueltas a España, además de llevar durante años la información del Barcelona, también del Atlético y ahora de polideportivo.
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