Cómo seguir el partido de la NFL de Madrid si no sabes nada de fútbol americano: guía rápida de normas y claves
El encuentro que se jugará en el Bernabéu el domingo mostrará un deporte de territorio tremendamente táctico en el que se anota desde el ataque, la defensa o con patadas: 60 minutos de juego en más de tres horas


El fútbol americano comparte con el rugby la esencia de ser un deporte de territorio en el que se suman puntos llevando el balón al otro extremo del campo, pero las similitudes acaban ahí. Cada equipo, con más de 50 jugadores, está dividido en secciones: ataque, defensa y equipos especiales. El desarrollo de un encuentro —60 minutos de juego que suceden en más de tres horas— intercala oportunidades para cada ataque, conocidos como drives, para sumar puntos. Un concepto basado en la espectacularidad, pues cada jugada puede desembocar en un touchdown, el premio por llegar al final del campo rival, la end zone. Las generosas pausas que tejen todo el encuentro facilitan espacios comerciales infinitos y una sucesión de acciones con una explosividad física al límite. Un producto que desembarca en España, que acoge por primera vez un partido de temporada regular de la NFL, el que disputarán este domingo los Miami Dolphins y los Washington Commanders en el Santiago Bernabéu.
¿Cómo se avanza?
Cuando un ataque recibe el balón, tiene cuatro intentos o downs para avanzar diez yardas. Por eso toda secuencia empieza con 1st y 10, que hace referencia al intento (1ª) y las yardas por cubrir. Cada jugada actualiza la cuenta, pues una vez que el balón está en marcha, el ataque puede avanzar o retroceder. Es decir, la siguiente podría ser 2nd y 4 o 2nd y 20. Cuando el equipo logra las yardas que tiene por delante, renueva la cuenta y consigue otro primer down con diez yardas para el siguiente. Así hasta llegar al final del campo, el touchdown. El objetivo de la defensa es evitarlo. Si un ataque agota los cuatro intentos sin llegar a la marca del primer down debe entregar el balón al rival en el punto en el que se haya quedado, así que es habitual que el cuarto down sea una patada para mandar lejos al rival y no facilitarle la tarea. Esta decisión, clave, depende de muchos factores. Primero, las yardas que quedan para el primer down: no es lo mismo un 4th y 1 que un 4th y 20. Segundo, la posición: cuanto más dentro del campo propio, más aversión al riesgo. Y tercero, el marcador, pues hay momentos de partido, con el reloj al límite, en los que entregar la posesión ya no es una opción.
Los jugadores: ataque y defensa
Cada equipo tiene 11 jugadores en cada secuencia, da igual que sea de ataque, defensa o equipos especiales. El quarterback es el director de orquesta del ataque: recibe las instrucciones sobre qué jugada hacer por el pinganillo, pero tiene un margen amplio de maniobra para cambiarla según lo que observe en la defensa o por los tiempos del partido. A grandes rasgos, puede entregar el balón a su running back para que corra, lanzar un pase a uno de sus receptores o, bien por pizarra o por improvisación, correr él mismo con él. El objetivo de la defensa es evitar el avance, un constante ajuste en función de las virtudes que demuestre el ataque. Si mueve la pelota corriendo, tendrá que concentrar efectivos para frenar la carrera y dejará más libres a los receptores. Otra decisión clave es cuándo arriesgar mandando jugadores a la caza del quarterback o cuándo quedarse atrás esperando el pase.
Las anotaciones
La principal anotación del fútbol americano es el touchdown: recorrerse el campo y alcanzar la end zone rival vale seis puntos. Y da derecho a una conversión. La fácil, de un punto, es una patada a palos desde una posición cercana. Es la más habitual. La difícil, de dos puntos, da una sola opción al ataque de entrar en la end zone desde la yarda dos. Si la defensa roba el balón en cualquiera de los intentos de conversión y lo retorna en la misma secuencia al otro extremo del campo, sumaría dos puntos. Un añadido reciente poco frecuente. La otra opción que tiene el ataque de sumar es a través del field goal, una patada a palos en la que la línea echa el balón ocho yardas para atrás para que un jugador, el holder, la sujete, y el pateador o kicker busque colarla entre palos. Cada vez es más habitual ver patadas más lejanas, pero la probabilidad de éxito disminuye a partir de las 50 yardas. Como a esas ocho yardas hay que sumar las diez entre la yarda 1 y los palos, es raro ver patadas por detrás de la yarda 40 del campo contrario. La defensa también puede anotar un touchdown robando el balón y retornándolo en la misma acción. También un safety: dos puntos por placar al rival dentro de su propia zona de marca.
¿Cómo se cambia la posesión?
Las jugadas de transición entre ataque y defensa son cosa de los equipos especiales. El partido empieza con un kick off, una patada con el balón apoyado en la que el equipo que va a defender le entrega el balón al que va a atacar, una acción de campo abierto que el retornador —un especialista— puede llevar el balón a la end zone rival y lograr un touchdown. No es lo normal. En el punto donde deje el balón empezará la secuencia de su ataque. Cada vez que un equipo anota, debe devolver la posesión de esta forma, salvo que las prisas del marcador obliguen a internar un onside kick, un intento de mantener la posesión que consiste en patear desde la propia yarda 34, dejar que el balón avance diez yardas y recuperarlo antes de que lo haga el rival. Una operación de escaso éxito. Cuando un equipo no quiere jugarse el cuarto down, aleja el balón mediante una patada en juego, un punt. La otra forma de cambiar posesión son los turnovers, cuando el poseedor del oval lo pierde. Puede ocurrir mediante una intercepción —un defensor caza un pase del quarterback— o un fumble, cuando el balón se escapa de las manos del portador.
Los pañuelos
La NFL es pionera en el uso de la tecnología de vídeo y la comunicación de las decisiones por megafonía. Es habitual ver a los árbitros lanzar pañuelos amarillos durante la jugada para indicar que ha habido una falta. Cuando acaba la acción, el colegiado principal anuncia por megafonía la infracción —puede ser tanto del ataque como de la defensa— y el castigo asignado, desde un número de yardas a un primer down automático. Todos los cambios de posesión y las anotaciones se revisan automáticamente por vídeo y los entrenadores tienen un pañuelo rojo para pedir un challenge, la revisión para otro tipo de acciones. Lo pueden pedir dos veces: si aciertan en ambas, reciben uno extra. No pueden solicitarlo en los dos últimos minutos de cada parte ni en la prórroga.
Los tiempos del partido
El fútbol americano tiene la particularidad de que en las algo más de las tres horas en que sucede la acción se pasa más tiempo sin jugar que jugando. Son cuatro tiempos de 15 minutos con un descanso entre el segundo y el tercero que habitualmente oscila en el cuarto de hora; en esta ocasión, con el show musical del descanso —actuarán Bizarrap y Daddy Yankee— será mayor, como ocurre en la Super Bowl. Las otras transiciones —entre primer y segundo cuarto, así como entre tercero y cuarto— no interrumpen la secuencia del ataque, simplemente hay un cambio de campo. Pero el fin del segundo cuarto es como el fin del partido, pues la segunda parte se reanuda con un kick off. Si ambos equipos quedan empate a final del último cuarto, deberán jugar una prórroga de diez minutos. La primera posesión se sortea con un lanzamiento de moneda, como ocurre al inicio del partido —el ganador decide si quiere recibir la posesión inicial o la del tercer cuarto— y el que anote un touchdown gana, como un gol de oro. Si el primer equipo anota un field goal, el rival tiene una posesión de réplica. Si no hay puntos en la posesión inicial, la siguiente anotación sería definitiva. Si no rompen la igualdad, quedan empate, algo que solo ha ocurrido una vez en lo que va de temporada.
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