Alba Bautista y Lucía González se quedan sin finales individuales en el Mundial de gimnasia rítmica de Río
La representante alemana Darja Varfolomeev, campeona olímpica y mundial, termina la clasificación como la mejor en los cuatro aparatos y en el concurso general en su camino a revalidar su título


Alba Bautista y Lucía González se quedaron sin premio en Río. Ninguna de las dos españolas logró el billete a las finales individuales del Campeonato del Mundo de gimnasia rítmica, pese a pelear hasta el último giro del jueves en mazas y cinta. Bautista se quedó a las puertas de las 18 mejores, conformándose con la 20ª plaza con una nota de 82,450. González quedó por detrás, aunque cerca, en la 24ª posición con 80,750 puntos. La alegría fue para las grandes favoritas, entre ellas, la representante alemana y vigente campeona olímpica y mundial Darja Varfolomeev, líder indiscutible en todos los aparatos. Con un imperial 92,850 en el concurso completo, llega a la final como gran candidata a revalidar el título. En el podio clasificatorio del All-Around la acompañan Taisiia Onofriichuk (90,150) y Stiliana Nikolova (88,800), al igual y en el mismo orden que en cinta, y con Sofía Raffaeli en tercera posición en mazas.
Fue otro maratón de 13 horas de gimnasia rítmica con cuatro grupos clasificatorios. En el arranque, la búlgara Stiliana Nikolova dominó el tapiz en mazas y cinta y mantuvo el liderato toda la tarde (hora española), hasta que al caer la noche llegó la final anticipada: el grupo de las alemanas y ucranianas, en el que también estaban las españolas, antes del cierre de lujo de las italianas.
Ahí casi todo quedó decidido. La primera en levantar el pabellón fue la ucraniana Taisiia Onofriichuk, que con apenas 17 años dio un golpe en la mesa con la cinta, a ritmo vertiginoso de Supercalifragilisticoespialidoso. Ejercicio veloz, lleno de salto y giros, aunque con algunos al límite, que le valió un 29,200 y la segunda posición. Lo remató con unas mazas espectaculares, divertidas y ovacionadas, que le dieron un 30,350 y el billete definitivo a la final. Tan solo era cuestión de esperar.
Las alemanas salieron a competirle de frente. Anastasia Simakova, con su moño bajo y al ritmo de una moderna música, fue 13ª en mazas (27,700) y 4ª (28,200). Le bastó para entrar sexta en la general con una nota de 84,700, aunque sin intimidar demasiado. Mientras, su compañera Darja Varfolomeev confirmó su reinado. La vigente campeona olímpica se paseó sobre el tapiz con una tranquilidad insultante, deslizándose con seguridad como si la cinta formase parte de su cuerpo. Ni un titubeo, ni un exceso: un ejercicio prácticamente impecable, sobrio, casi frío entre una enigmática y poderosa música. El jurado le otorgó una nota de 29,900, y la primera plaza. En mazas mostró más expresividad y, con una dificultad de 15,000, explotó la puntuación: 31,900 y un inalcanzable 92,850 global. Un mundo de distancia para el resto.
Para las españolas, el turno llegó casi el cierre del grupo, con la tensión al máximo. Lucía González salió serena, aunque obligada a no fallar tras su error del miércoles en aro. Exprimió su ejercicio de mazas, expresivo y seguro, pero el 27,500 del jurado fue un jarro de agua fría: demasiado bajo, fuera de la final por aparato y casi también de la general. Reclamaron, pero no prosperó la queja. Lo intentó de nuevo en cinta, con una buena ejecución hasta que, en el último suspiro, el aparato se le escapó de las manos de la misma manera que se esfumó la posibilidad de estar en la final. Un 26,100 y lágrimas de desahogo mientras salía del tapiz.
La última bala era Alba Bautista. Con maillot negro y la delicadeza de Cuídate de Valeria Castro, llenó el tapiz de emoción y delicadeza con las mazas, y consiguió un 27,950 que la mantenía viva en la general. En cinta apostó por los ritmos brasileños, homenajeando los nueve años de la plata olímpica en Río. Demostró su experiencia y expresividad, pero no pudo completar un riesgo, y se conformó con un 26,850. Entraba por los pelos en la general, de forma provisional. Pero faltaban las italianas con dos representantes de un gran nivel.
En el último grupo, tanto Tara Dragas como Sofía Raffaeli fallaron en cinta —27,850 y 26,850 respectivamente—, pero aseguraron su pase al concurso completo sin dificultades, y más después de sus sólidas rutinas de mazas —27,750 y 30,300—. Con ellas se cerró la clasificación y se esfumó el puesto de Bautista en la final del All-Around. España se agarra ahora a la cita del conjunto el sábado, donde buscará la revancha y la oportunidad de soñar de nuevo en Río.
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