Faith Kipyegon: “Como lo canta Shakira, hay que intentarlo todo en la vida”
Entrevista con la plusmarquista mundial de los 1.500m y la milla tras su intento de ser la primera mujer que bajara de los cuatro minutos: “No puedes aferrarte a lo que tienes, tienes que correr tras lo que persigues”


Puede parecer diminuta Faith Kipyegon, pues no pesa ni 45 kilos ni mide más allá de 1,57 metros, pero se agiganta en la pista y también en el taburete de entrevistas en el jardín chic de un hotel por Montmartre, dura como el yunque en el que se forja el hierro, fuerte como los brazos del herrero que lo golpea con el mazo, y ni siquiera al día siguiente de lograr la mejor marca conseguida por una mujer en los 1.609 metros de la milla (4m 6,42s) se abre para expresar sus posibles dudas, su dolor, lo que sintió cuando rodeada por 11 hombres enormes y dos mujeres y observada por medio mundo daba cuatro vueltas en busca de lo aún imposible para la mujer —“un moonshot”, disparo a la luna, lo definen los de Nike, que organizaron el espectáculo—. Se trataba de correr una milla en menos de cuatro minutos en una pista azul al atardecer de París abrasado por el calor.
Como una mujer que se debe a su causa, la de todas las mujeres africanas, y del mundo, no se permite dar a la luz su pensamiento íntimo, palabras que pudieran distraer la atención de lo único importante. La que fue niña pobre en un país pobre que corría descalza a la escuela y también competía descalza, solo tiene un mensaje para el mundo, el empoderamiento de la mujer. Y no, no se veía empequeñecida por el montaje y todo el tumulto que la rodeaba, la muralla de atletas grandes y rápidos que se frenaban intentando acomodarse al ritmo de ella. Al contrario. “No me sentí mal. Fue un sentimiento increíble el que experimenté en la pista”, dice Kipyegon, de 31 años, keniana de Bomet, al sur del valle del Rift, donde amaneció la humanidad y nacen los mejores corredores. No lejos de allí, en Kaptagat, se entrena siempre con hombres en tiradas largas de 30 kilómetros, y series con un hombre de liebre, Bernard Soi. “Nike hizo un montaje increíble. Y yo estaba muy feliz de que todo el mundo me apoyara, de que creyeran en mí para batir los cuatro minutos. Fue realmente genial estar ahí, en la pista”.
Pregunta. ¿No siente frustración por no haberlo conseguido?
Respuesta. No. Estoy muy feliz de haberlo intentado, de haberle demostrado al mundo que podemos intentarlo, que podemos soñar y que nuestros sueños son válidos, así que no hay que dejar de soñar.
P. ¿Así de sencillo?
R. Ya lo canta Shakira en una canción que me emociona y que me ha iluminado, Try Everything. Hay que intentarlo todo en la vida. Desde que descubrí esa canción, me ha impulsado a llegar hasta donde estoy. Y he aprendido mucho de ella, a veces te caes, pero te levantas y vuelves a volar.

P. ¿Qué pensaba en la pista cuando veía que no iba a alcanzar su objetivo, que no bajaba del minuto en ninguna vuelta?
R. No pensaba en eso. Todo este proyecto se trataba de darlo todo, de correr todo lo que pudiera. Y me gustó después analizar y revisar los tiempos parciales de cada vuelta. Fue increíble correr la mejor milla de mi vida, el mejor paso parcial por la media milla (2m 1,7s), y por la tercera vuelta (3m 1,9s) salir ahí fuera y demostrar al mundo que no puedes aferrarte a lo que tienes, que tienes que correr tras lo que persigues. Así reventé en los últimos 300m. Si me hubiera contenido, podría haber corrido en 4.02 o 4.03, pero se trataba de lo rápido que podía ejecutar, lo rápido que podía correr, de cuánta energía me quedaba en el cuerpo. Solo buscaba ese negative split [más rápida la segunda mitad que la primera], para dar esperanza a la próxima generación de que, si alguna vez lo persiguen, algún día lo lograrán. Quizás si hubiera puesto un objetivo más conservador, 4.02 o 4.03, lo podía haber conseguido, pero se trataba de ir a por todo. Mostrar a la gente que aún podemos superar nuestros límites.
P. ¿Se sentía en el mejor estado de forma de su vida para intentarlo? ¿Mejor que cuando batió el año pasado el récord oficial? Unos días antes no había podido superar su mejor marca en 1.000m (2m 29,15s)…
R. No. Para ser sincera, sencillamente creo que di todo lo que pude. El entrenamiento fue bueno, y la forma era muy buena, acorde con el entrenamiento que había hecho. Lo hice todo perfecto según el proyecto, y todo fue muy bien. El mensaje quedó claro: no tenemos límites en este mundo. El mensaje era que podemos superar nuestras barreras. Así que el mensaje ya está ahí: tenemos que intentarlo.
Tenemos que esforzarnos al máximo en todo lo que hacemos. Por eso estaba tan agradecida al cruzar la línea de meta y que el mensaje ya estuviera ahí. No se trataba solo de batir récords mundiales, sino del mensaje que se transmitía.
P. Una niña que empezó a correr descalza de mujer corre ayudada con la mejor tecnología y ciencia del rendimiento…
R. Es muy especial venir de un pueblo pequeño y haber corrido descalza. Y ahora tengo un gran equipo, una gran empresa como Nike que me apoya para atreverme a soñar, atreverme a intentarlo.
P. El corazón, el coraje y el talento y un mono espacial con aeronodos, un traje de superheroína…
R. Exacto. Como dice, me sentí como una superheroína. Cuando llegué a la pista y me puse el traje, de repente me sentí rápida. Me sentía como si no tuviera nada en el cuerpo, como si estuviera corriendo libremente. Un traje increíble.
P. ¿Lo usará el resto de la temporada, el próximo sábado en los 1.500m de la Prefontaine, en la Diamond League, por ejemplo?
R. No, no lo creo, el equipo tiene que decidir, aunque me encantaría correr con él en otra competición.
P. En septiembre se celebra el Mundial de atletismo en Tokio. Usted ha ganado cinco oros mundiales y tres olímpicos, y está imbatida en 1.500m tanto en Juegos Olímpicos como en Mundiales, salvo en 2019, a su regreso de la maternidad. Sin embargo, fue derrotada en la final de los 5.000m en los Juegos de París por su compatriota Beatrice Chebet. ¿Doblará también distancia en Tokio en busca de una revancha?
R. No, en realidad no estoy segura en este momento. No puedo decir si voy a duplicar o no. Ahora mi principal objetivo son los 1.500m. Beatrice es una gran atleta, es mi compatriota, venimos de la misma comunidad y es una mujer con mucho talento, así que estar con las mejores atletas, como Beatrice, mujeres muy fuertes en el deporte, es realmente lo que más feliz me hace estar este mundo, porque te exiges al máximo cuando compites con las mujeres más fuertes del mundo. Es una gozada que estén surgiendo mujeres tan fuertes. En la vida, como en el deporte, necesitamos mucha gente fuerte para enviar nuestro mensaje al mundo.
P. ¿Intentará batir su récord de la milla en condiciones normales?
R. Para ser sincera, no sé qué será lo próximo después de la Prefontaine el 5 de julio. Me sentaré con mi equipo [su entrenador, Patrick Sang; su mánager, el holandés Valentijn Trouw, del equipo Global Sports de Jos Hermens, el mismo que el de Eliud Kipchoge] y decidiremos qué haremos después. Pero, seguro, ahora que se está difundiendo el mensaje, seguiremos intentando volar.
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