España choca contra el escollo serbio
La selección de Gaby Hernández, siempre a remolque, descabalga de la lucha por las medallas ante uno de los favoritos


La selección española de waterpolo masculino quedó eliminada del torneo olímpico en cuartos de final por 10-7 después de incrustarse en el escollo serbio. Si hay que asignarle la categoría de roca a un nadador del equipo balcánico, ese tipo duro fue Zivko Gocic, el defensor de boya, una barrera infranqueable. Alrededor de Goicic, veterano de dos bronces en 2008 y 2012, se consolidó la defensa serbia. Poderosos, bravos, rápidos y agresivos, Goicic y sus lugartenientes Jaksic y Filipovic, manifestaron su superioridad sobre los boyas españoles en todos los aspectos. También más allá del campo reglado. Vivir en la frontera entre el mundo de la legalidad y el de la brutalidad forma parte de un juego cuyos árbitros ejercen la discrecionalidad en sentido laxo.
Frente a este problema, España tuvo dos opciones. Primero, mover la pelota rápido en busca del tiro exterior. Segundo, penetrar la barrera rival con más nadadores, gente que colaborase en el ataque con el boya de turno, unas veces Blasz Sziranyi, otras Roger Tahull. De entrada, ninguna de las soluciones brindó resultados importantes.
El recurso del tiro desde media distancia no prosperó. En ocasiones porque los tiradores se vieron presionados por Serbia, que se desplegó lejos de su portería. Otras veces, porque la acumulación de gente alrededor del arco serbio facilitó el trabajo al portero Branislav Mitrovic, autor de tres o cuatro paradas decisivas en la primera mitad del partido. En el periodo en el que Serbia comenzó a escaparse en el marcador.
Dos goles consecutivos de Guillermo Molina en el segundo cuarto produjeron un parcial de 4-3. La distancia entre los dos equipos se redujo en el marcador pero no en la piscina. Las intervenciones de Mitrovic en su arco y la certeza de Filipovic para clavar las pelotas en los ángulos mantuvieron a los españoles a raya.
Guillermo Molina tiró el gorro con rabia, cuando el árbitro señaló el final. Otros nadadores se desahogaron gritando bajo el agua, costumbre muy extendida en este deporte, que ofrece la ventaja de poder amortiguar la frustración, silenciar el dolor, lavar las lágrimas con agua y desinfectar las heridas con cloro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Al menos dos muertos y ocho heridos en un tiroteo en la universidad de Brown, en Estados Unidos
‘Los domingos’, en cine, y ‘Anatomía de un instante’, en serie, ganan en los premios Forqué 2025
Hamás acusa a Israel de “socavar el alto el fuego” en Gaza al atacar al número dos de su brazo armado
Pedri dirige y Raphinha ejecuta en el Barça de Flick
Lo más visto
- Guardiola elimina la prohibición de que los jefes de servicio de la sanidad pública ejerzan en la privada y sube un 59% la derivación de pruebas
- El jefe de la misión de rescate de María Corina Machado: “Fue una de las operaciones de mayor riesgo en las que he participado”
- Sin duchas ni camas adecuadas, y con obras en marcha: así estrenaron 30 niños extranjeros el centro de acogida de La Cantueña de Ayuso
- Rusia eleva la presión sobre la UE con una demanda para evitar que financie a Ucrania con sus activos congelados
- Los 50 mejores libros de 2025




























































