Italia, un clásico para semifinales

En los cruces casi siempre espera Italia con el cuchillo, que es su competitividad, entre los dientes. La selección española de fútbol sala se clasificó el miércoles para las semifinales del Mundial, que se disputa en Tailandia, al derrotar a Rusia (3-2) y ahora se enfrentará a La Azzurra (viernes, 11.00, Marca TV), que se clasificó tirando de casta: remontó tres goles en contra ante Portugal (3-4) después del descanso. En el otro emparejamiento, Brasil, que se impuso a Argentina en el tiempo extra (2-3), se medirá con Colombia, la revelación del campeonato después de ganar a Ucrania (3-1).

España ha ido de menos a más en Tailandia. Dejó dudas en su estreno, cuando empató ante Irán (2-2) y se entonó a medida que avanzaba el torneo. Marruecos (5-1) y Panamá (8-3) apenas fueron un obstáculo, y tampoco la condición de local le sirvió a Tailandia para comprometer al grupo de Venancio López (7-1). Solo el miércoles se vio apurada: venció a Rusia (3-2) en un duelo que se le puso en contra en el primer minuto de juego -Sirilo acertó a rematar a gol un córner-, pero que resolvió gracias a los goles de Ortiz, Fernandao y Lozano. En la segunda mitad Rusia apretó de lo lindo y materializó otra diana tras un gol en propia puerta del meta Alemao, pero no fue suficiente porque España es, a día de hoy, un grupo que rebosa confianza y determinación.

En la penúltima ronda espera Italia, un hueso, capaz de voltear un 3-0 en contra y definir en la prórroga. Italia es, como en el fútbol, un clásico en el camino de La Roja. Rival en la final de 2004, cuando la selección logró su segundo título mundial (2-1), y enfrente también en las semifinales del último campeonato, en 2008. En esa ocasión el conjunto entonces dirigido por Javier Lozano se impuso, 3-2, con un gol en el último minuto de la prórroga. España también se impuso a Italia en la final de la Eurocopa de 2007 (3-1) y hace apenas nueve meses, en las semifinales del último campeonato europeo (1-0) que acabó, nuevamente, con la victoria de la selección. Es, además, un rival de fuste porque es de los pocos que puede oponer un título a Brasil y a España: Italia fue campeona de Europa en 2003 y es la única, junto a Rusia, que ha podido replicar el dominio continental ejercido por La Roja, vencedora de seis de los ocho campeonatos de Europa que se han disputado.

Pero no es solo el carácter competitivo de La Azurra: Borja Blanco, ala del Marca Futsal, italiano, llama la atención acerca de la rapidez del juego italiano, en una entrevista concedida a la web de la FIFA. Borja, que dejó el Caja Segovia al final de la temporada pasada, ha descubierto un campeonato cerca del nivel del español, el gran dominador de los títulos por clubes: "La liga en sí es similar a la española y, si acaso, tal vez un poco más rápida en cuanto a ritmo". Italia, como tantas veces, espera en semifinales con los colmillos bien afilados.