Todo un susto para el Villarreal

Peor imposible. El sorteo de la fase de grupos de la Champions no ha tenido piedad para el Villarreal, que ha sido el que peor suerte ha tenido de los equipos españoles al quedar enmarcado junto al Bayern de Múnich, al Nápoles y al efervescente y poderoso Manchester City.

El Bayern, anfitrión de la final de este año, cuenta como puntales con Robben y Ribéry, los extremos, y con la incorporación de Neuer (Schalke) en la portería. Es un equipo que intenta recuperar esta temporada el prestigio ganado en los últimos años, donde estuvo entrenado por Van Gaal, tan exitoso como convulso. Pero el conjunto bávaro no está en su mejor momento; llega a la Champions desde la ronda previa y ha comenzado la Bundesliga con una derrota en tres partidos.

Otro rival es el Nápoles, la revelación de la Liga italiana el pasado año al quedar tercer clasificado. Vuelve a disputar la máxima competición continental 20 años después, los mismos desde que se fuera el astro Maradona. Walter Mazarri, uno de los grandes artífices de estos éxitos, cuenta en su plantilla con excelentes delanteros, muy atinados de cara al gol como son con Lavezzi, Hamsik y Cavani. A pesar de la fortaleza del rival el año pasado, el Villarreal ya consiguió eliminarlo en el cruce de cuartos de final de la Liga Europa.

Pero, sin duda, el equipo que los españoles querían evitar el Manchester City, el equipo que más se ha invertido este año para reforzarse. Ordenados por Mancini, que prefiere el músculo al toque, el equipo resulta uno de los más completos del panorama internacional. Defensa sólida, media con jugadores para todo y delanteros eficaces. Nombres como Richards, Kompany y Kolarov engalanan una defensa excepcional. Nombres como Barry, De Jong y Touré dotan de fuerza a un eje remozado, con futbolistas como Nasri, Silva o Adam Johnson. Y nombres como Dzeko, Tévez, Balotelli y Agüero hablan por sí solos. Un rival a evitar, un rival para el Villarreal.