Albert Soler, nuevo secretario de Estado para el Deporte

"Mi sucesor será técnico y político", dijo Jaime Lissavetzky esta mañana a un reducido grupo de periodistas mirando fijamente a su director general, Albert Soler. Pocas horas después del vino con que Lissavetzky se despedía del cargo de secretario de Estado para el Deporte, el propio Soler confirmaba que él sería el sucesor. El Consejo de Ministros que aceptará mañana el cese de Lissavetzky, quien tras siete años como presidente del Consejo Superior de Deportes se embarca como candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid en las municipales del 22 de mayo, nombrará también a Soler para el cargo. Era el candidato natural, el deseado por Lissavetzky, quien en los últimos meses había ido descargando paulatinamente cada vez más responsabilidad en él.

Tras varios años de trabajo como director de Deportes del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Soler, 45 años, militante del PSC y licenciado por el INEF de Barcelona, llegó a Madrid en abril de 2008 para sustituir a Manuel Fonseca como director general de Deportes.

Apasionado por la práctica deportiva -ha corrido 10 maratones, tiene una mejor marca de 2h 58m, en 2004, en el último maratón de Barcelona se bajó de las 3h 30m, y también practica el ciclismo y la natación y ha sido jugador de waterpolo en el club mediterráneo-, en sus casi tres años en el CSD, Soler se ha convertido en la mano derecha de Lissavetzky y en interlocutor privilegiado de las federaciones deportivas.