Serena sobrevive a Henin

Serena Williams ha ganado la final del Abierto de Australia a Justine Henin por 6-4, 3-6 y 6-2. Ha sido un partido a la altura de sus protagonistas, dos tenistas excelentes que ponen sobre la pista una intensidad y un despliegue de recursos casi desaparecidos del tenis femenino. Serena, que logra su duodécimo grande e iguala el récord de Billie Jean King, sufrió con medio cuerpo vendado y la necesidad de estar constantemente en movimiento para hacer frente al juego vertiginoso de Henin, que en su segundo torneo tras anular su retirada disputó su segunda final. La belga firmó un partido estupendo.

Henin, que no tendrá ránking hasta que dispute otro torneo, dispuso de 16 bolas de break. Para cada una de ellas tuvo su rival estadounidense un saque directo (12) o un servicio de bote altísimo con el que incomodar a sus 167 centímetros. Henin, sin embargo, no se dejó intimidar.

Perdida la primera manga, la ex número uno no se dejó abrumar por la estadística que refleja que Serena había ganado los 40 partidos precedentes en Australia en los que se llevó el primer parcial. Suyo fue el segundo set tras vencer nueve puntos seguidos. Suyo el inicio de la manga definitiva, en la que dispuso de 0-1 y 15-40. Suyo el valor de recuperar ese break para que no fuera definitivo. Su estupendo partido, pleno de toque, mano y fuerza sólo se quedó corto por quien tenía enfrente. Serena, brillantes en las orejas, un colgante golpeándola el pecho, ya es 12 veces grande.