Geijo hace de Canales

Esta vez el Racing ni siquiera necesitó a Canales para sumar los tres puntos. Tomaron el relevo Geijo , autor del gol que tradujo el dominio racinguista en el primer tiempo, y el guardameta Coltorti, que frenó el intento de reacción del Sporting. Sobre todo en un desvío, digno del mejor Casillas, a un remate a bocajarro de Portilla, un cántabro que estuvo a punto de tocar el cielo en su debut con los gijoneses en Primera.

Con la excusa de la Copa, Portugal dejó en el banquillo a varios de sus primeros espadas, mientras que Preciado recuperó su equipo titular. Una alineación en la que se nota el agujero dejado por Míchel, el único centrocampista con capacidad para marcar los tiempos. Le hubiese venido bien al Sporting, sobre todo en el primer tiempo, cuando el Racing dominó el partido a su antojo.

Diop fue el único que desentonó en un centro del campo que tuvo un poco de todo: la sabiduría de Colsa, el desborde de Toni Moral y la visión de juego de Serrano. Una bendición para Tchité y Geijo, perfectamente abastecidos. Tchité falló dos mano a mano con Juan Pablo, pero puso el centro que, tras despeinar a Botía, amortiguó con el pecho Geijo para marcar a placer.

El 0-1 hacía justicia al Racing, que tras el descanso quiso vivir de las rentas. El Sporting tomó el protagonismo, al principio un poco por inercia, como cumpliendo su obligación de local. Y después, cuando Preciado cambió a un lateral (Canella) por un ariete (Bilic) con todo el convencimiento del mundo. El Racing se libró del empate por la ceguera sportinguista, personificada en Barral, y por la mano milagrosa de Coltorti a falta de 10 minutos. Canales ya estaba en el campo, pero su equipo había perdido todo interés por buscar la portería contraria. Al final, con un poco de suerte, se llevó los tres puntos de Gijón.

El Sporting, negado ante el gol