Osasuna prolonga su fiesta

Ya no sólo vence. Osasuna comienza a relamerse con dosis ingentes de buen fútbol. El Sadar vivió hoy su octava jornada de fiesta en lo que va de Liga, pues el equipo navarro no ha regalado ningún punto de los 24 en liza. Los jugadores de Aguirre se desenvolvieron con descaro y convicción, estirando el campo, variando las posiciones con desenvoltura y poniendo a prueba continuamente a Prats. Mientras tanto, los de Cúper no perdían la cara y atacaban con su mejor arma: Arango.

El inicio resultó espectacular. Fútbol de verdad y quilates, convicción ofensiva por ambas escuadras y un torrente de ideas. Pero tuvo que ser un error, cuando el meta bermellón intentó despejar el balón, el que a la postre decidiese el choque. El golpeo de Prats se convirtió en un pase a la corona del área, donde Webó controló, solo, y encaró al portero para picar la pelota con un sutil toque.

El tanto parecía prometer un espectáculo goleador, pero las intervenciones de Prats, muy seguro desde la cantada, y Ricardo, imponente, lo evitaron. Lo que no pudieron impedir fue el juego desbordante de Osasuna, que lo bordó en la línea de creación y en la delantera al tiempo que mantenía el orden atrás.

El Mallorca nunca se arrodilló, aunque estuvo menos fino que Osasuna. Arango disfrutó de dos mano a mano contra Ricardo que desbarató el guardameta. En cualquier caso, los locales fueron los claros dominadores del encuentro, lo que les permite mantenerse una semana más en la cumbre y presentarse como un equipo que gana enteros en calidad sin perder ni un ápice de actitud.