Shevchenko desmiente que quiera irse del Milán

El jugador ucraniano ha desmentido, a través de su agente, que quiera marcharse del Milan, según han desvelado diferentes medios italianos. El representante del Shevchenko comunicó a la BBC que pese al incidente que había dado lugar a los rumores, tanto el club como el jugador no le "daban mayor importancia".

Igualmente confirmó que el objetivo del ucraniano es quedarse en el club italiano y luchar por un puesto con los dos nuevos fichajes del club, los italianos Christian Vieri y Alberto Gilardino.

'Sheva' pide irse, según la prensa italiana

Una polémica que se generó a raíz de los momentos de tensión que Andriy Shevchenko y su entrenador, Carlo Ancelotti, vivieron después del último entrenamiento del equipo en Milanello, tras lo que el delantero amenazó con marcharse si no lo quieren. La discusión, que duró unos veinte minutos y que una televisión privada siguió desde lejos, concluyó con el acalorado aviso de Shevchenko: "si me queréis, bien, si no, dejadme marchar", según la transcripción hecha por la propia cadena.

La prensa italiana publica este martes que el último vencedor del Balón de Oro está intranquilo, después de que su club haya contratado a los también delanteros Christian Vieri y Alberto Gilardino, y de que el Chelsea inglés le haya hecho una millonaria oferta. La discusión con Ancelotti giró en torno a la exclusión del jugador de la gira por Estados Unidos del Milan y su decisión de permanecer en su casa para recuperarse de la operación a la que ha sido sometido para quitarse unas placas que le colocaron en la cara, tras una fractura de pómulo que sufrió en febrero pasado.

Para el capitán del equipo milanés, el veterano Paolo Maldini, el hecho de que el ucraniano no haya permanecido en la concentración del equipo no ha sentado bien en el vestuario. Shevchenko, que lamentó la falta de comunicación entre los miembros del equipo y la dirección técnica, culpó al capitán de no haber informado de sus decisiones al técnico, según publica el diario "La Repubblica".

El rotativo romano subraya la complicada situación tanto para el equipo, cansado del exceso de protagonismo del delantero, como para el jugador, que ganaría doce millones de euros al año en el conjunto de su amigo Roman Abramovich, presidente del Chelsea.