Resurreción 'oranje'
En un duelo con más pasión que buen fútbol, cada selección controló un tiempo por lo que el empate a uno fue de justicia
Holanda rectificó a tiempo para empatar, en un intenso clásico que permite a la República Checa ser líder del Grupo D. Los goles de Frings y Van Nistelrooy dejaron el clásico centroeuropeo en tablas, merecidas pues cada equipo dominó de sobras un tiempo.
Holanda avisó pronto, en un balón que casi caza Van Nistelrooy, pero poco a poco fue cayendo en las redes alemanas. Ese estilo teutón que combina fuerza con cierta clase guerrillera, convicción ganadora por encima de las limitaciones. Alemania, al rato, ya mandaba en el partido ante un atónita Holanda, a veces bailada pese a un estadio Do Dragao de color 'oranje'.
Al grito de "Dortmund y cierra Alemania", dos jugadores del Borussia, Wörns y Frings, le dieron para el pelo al caos holandés, selección que hombre a hombre está llamada a ser de las mejores, aunque como colectivo le cuesta integrarse, adaptarse a las circunstancias. Después de tres llegadas de Wörns, el gol se pintaba de color alemán finalmente en un friqui con rosca de Frings que se zampó Van der Sar.
Advocaat, entonces, reaccionó intercambiando posiciones en la banda zurda (Zenden -que no tendría que ser titular- por Van Bronckhorst). Pero siguió faltando la conectividad con el islote llamado Ruud (Van Nistelrooy). Sólo un remate con estilo de Van der Vaart (intermitente en la primera parte) alentó a los holandeses a pensar en puntuar.
Transformación total
Resurreción holandesa en la segunda mitad. Advocaat dio vida a los suyos con Sneijder y Overmars, y Alemania jugó a contemporizar. Resultado: acoso holandés, papeles cambiados respecto de la primera mitad. El primer tiro a Kahn del partido llegó a los 55 minutos, aunque fue como abrir la espita. Los 'oranje' apretaron de lo lindo, se transformaron en el equipo con tensión y calidad que deben ser. La entrada en la recta final de Van Hooijdonk fue dterminante para que a Alemania le temblaran las piernas. Y llegó el empate: un golazo de Van Nistelrooy pese al acoso de Wörns.
Con el 1-1, Alemania se dedicó a contragolpear, en tanto que Holanda no cejó en el dominio abrumador sobre el área de un temeroso Kahn.

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