Ir al contenido
_
_
_
_
Crítica de cine
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘Bala perdida’: Darren Aronofsky se estrella con una inocua y violenta chiquillada

O faltan guiones o ciertos directores han perdido no ya el buen gusto sino la más mínima capacidad de selección de proyectos

Liev Schreiber, Austin Butler y Vincent D’Onofrio, en 'Bala perdida'.
Javier Ocaña

O faltan guiones o ciertos directores han perdido no ya el buen gusto sino la más mínima capacidad de selección de proyectos. El de Darren Aronofsky no es el único caso en los últimos meses en Hollywood, pero sí el más llamativo. Hay tal distancia entre el talento del creador de Pi, Réquiem por un sueño y Cisne negro, entre su habitual energía para la puesta en escena, el ritmo y los elementos formales (la utilización de la música, las texturas fotográficas...), y la idiotez del relato que se está contando y de las criaturas que la protagonizan, que el desequilibrio se convierte en insuperable. Tonterías intrascendentes que nos divirtieron las hay a montones. Inocuas chiquilladas de aire gamberro y violento como Bala perdida, nuevo trabajo del cineasta estadounidense, también las ha habido en cantidades industriales. Pero pocas de ellas, y con tan nula gracia, han estado comandadas por alguien de tanto prestigio y potencial.

Lo primero que destaca en Bala perdida es que semejante material tenga su origen en una novela: Caught Scaling, de Charlie Huston, escritor estadounidense de historias criminales de estilo pulp; historias sensacionalistas, intrascendentes y de pura explotación, con las que no pocos directores han realizado películas vibrantes. Quentin Tarantino, por ejemplo. Y es justo el nombre del director de Pulp Fiction el primero que se viene a la cabeza mientras se ve, y se sufre, Bala perdida, adaptada al cine por el propio Huston. Crónicas gamberras como Jackie Brown, basada en una novela de Elmore Leonard, no están demasiado lejos de lo que pretende contar Aronofsky. Y, sin embargo, qué enorme desigualdad en el tratamiento de los personajes, el cariño por ellos, la originalidad de las situaciones y, sobre todo, la calidad de los diálogos.

Como indica el rebautizado título español, Bala perdida cuenta la historia de un prenda, de un buenazo incapaz de reflexionar ni uno solo de sus actos. Una antigua promesa del béisbol que fastidió su presente y su futuro con una de esas decisiones irresponsables, y que ahora, en la treintena, trabajando como camarero en un pub de Nueva York, se ve envuelto en algo tan poco original como una maleta cargada con cuatro millones de dólares que buscan varias bandas criminales al mismo tiempo: una mafia judía, y otra ucraniana (o rusa, que en la película tampoco se ponen muy de acuerdo). Un thriller con toques de comedia negra, violentísimo, insustancial y más bien memo, que en un día tonto te puede hacer pensar que quieren contarte algo parecido a ¡Jo, qué noche! (Griffin Dunne aparece ahí como tonto secundario para recordarnos la semilla), o incluso a algunas de las deliciosas majaderías de los hermanos Coen, pero que con un poco de razonamiento cinematográfico se te cae directamente de las manos.

Dos cuestiones ayudan inicialmente a ir aguantando Bala perdida, ambientada en 1998, hasta que se va desmoronando. El carisma y el encanto de Austin Butler, magnífico intérprete de Elvis y Bikeriders. La ley del asfalto, incombustible pese a la gran cantidad de sandeces que a través del guion le hacen decir, sufrir y cometer. Y la elegancia en la dirección y el montaje de Aronofsky, ayudado por una fotografía de grano duro y setentero de Matthew Libatique, Sin embargo, el desprecio del guionista Huston por sus propios personajes (con la estrella de la música Bud Bunny como matón portorriqueño), sobre todo por el de la novia que interpreta Zoë Kravitz, y la absoluta falta de interés en lo que se cuenta y pronuncia, va llevando a este bala perdida no ya hasta la insignificancia, sino directamente hasta el bochorno de parecer una mala película de Guy Ritchie.

Bala perdida

Dirección: Darren Aronofsky.

Intérpretes: Austin Butler, Zoë Kravitz, Regina King, Matt Smith.

Género: thriller. EE UU, 2025.

Duración: 109 minutos.

Estreno: 10 de octubre.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Javier Ocaña
Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_