Daniel Diges: “Aprendo mucho de mi hijo con autismo, es admirable cómo evoluciona”
El artista de musicales y exconcursante de Eurovisión recorre España con ‘El fantasma de la ópera’


Daniel Diges (Madrid, 44 años) recorre España enmascarado como El fantasma de la ópera, personaje que recoge el legado de dos décadas en musicales y su aventura en Eurovisión como representante nacional con Algo Pequeñito. El cantante y actor, que se dio a conocer en la serie Nada es para siempre, tiene un hijo con trastorno autista y de él aprende a superarse y a adaptarse.
Pregunta. Quizá Willy Wonka y El fantasma de la ópera se parecen más de lo que parece.
Respuesta. No lo había pensado. Son dos personas solitarias encerradas en su mundo. Uno mata a niños y el otro a la gente del teatro. Es gente socialmente inaceptada: al Fantasma la sociedad y su madre lo han rechazado por su aspecto, y Wonka no ha sido rechazado, pero él se ha retirado por no sentirse parte de nada. Son personajes duros.
P. ¿Cómo se conecta con públicos desarrollando a personajes solitarios?
R. Debo de tener algo de ellos porque últimamente me dan personajes con taritas [ríe]. Estas obras están tan bien escritas que tienes que creerte el personaje, llevarlo a tu terreno y pensar qué tienes de él. Si lo disfrutas, te lo crees y el público igual.
P. ¿Tiene a alguien en su entorno de quien inspirarse?
R. Mi hijo [Elliot, 10 años] tiene autismo y las personas con trastornos no suelen ser aceptadas. Lo estoy llevando más a un lado psicológico. Con Wonka hacía lo mismo, lo llevé a la psicología, un tío asexual que no podía tocar a la gente.

P. ¿Qué aprende de su hijo?
R. Es maravilloso, impresionante, súper especial, me divierto con él y aprendemos mucho. Es admirable ver cómo evoluciona alguien con trastornos. Hará cosas interesantes en su vida por su forma de ser. Hemos sufrido que la sociedad al ver a un niño sin rasgos de trastorno se molesta por cómo es. Quiero concienciar de que si un niño no es como sus hijos piensen que hay algo detrás.
P. ¿Cuándo se pone máscaras Daniel Diges?
R. Todos nos ponemos máscaras, a veces cuando eres tímido o nervioso o no eres tan duro como te crees y para no parecer débil. Hay gente que se pone máscaras y no se las sabe quitar. Lo mejor sería vivir sin ellas, no esconderse de quién eres.
P. ¿Están demasiado de moda los musicales?
R. Muchísimo. Cuando hicimos Hoy no me puedo levantar eran 10 funciones semanales. En Madrid hay demasiado musical, no creo que haya tantísimo público. No todos llenarán pero la gente puede elegir. El musical tiene todo lo que gusta, el teatro desde miles de años y la música, que está en la vida. El musical llega a familias, la gente necesita llorar y reír.
P. ¿Se puede vivir de los musicales sin ser la estrella?
R. Es duro, pero tengo compañeros que viven bien. Mejor aquí que en Londres. Viven en las afueras de las ciudades por los precios imposibles del centro. Muchos son profesores o tienen negocios, es inteligente no quedarse solo en esto. Mi hijo mayor tiene 17 años y quiere dedicarse a esto. Le decimos que estudie una carrera para tener algo más. Mi caso es de uno entre un millón: llevo 20 años haciendo protagonistas. Y ahora hay más competencia.
P. ¿Es más exigente el público de fuera de Madrid?
R. Valladolid es muy exigente: si la gente se levanta y aplaude sabes que funcionará en otras partes de España. En cada ciudad reaccionan diferente. Hay distintos tipos de humor: en el norte más negro y al sur de fraseos, de comparaciones. Con Wonka en algunos sitios aplaudían bromas y en otros ni se reían. El Fantasma de la ópera es más universal.
P. Qué me dice de Algo pequeñito, la canción con la que representó a España en Eurovisión en 2010.
R. Siento cariño porque me conoció el gran público. Es buenísimo que te conozcan para bien o para mal. Hubo un momento que fue un dolor de cabeza: algunos lo cantaban con cariño y otros con burla. Pero llevo Algo pequeñito en mi DNI.
P. ¿A qué personaje actual no le gustaría interpretar?
R. A los políticos que roban. Recuerdo de pequeño ver que habían metido a uno preso y decirle a mi madre: “Este ya tenía cara de malo”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
