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Nuevo incidente en la Mezquita de Córdoba: los bomberos acuden de madrugada para atajar una fuga de agua

La vía provenía de la rotura de un manguito sanitario de la cisterna de uno de los baños públicos del interior del monumento y se solucionó de manera rápida

Daños en la Mezquita-catedral de Córdoba tras el incendio. 
FOTO: PACO PUENTES (EL PAÍS)
Eva Saiz

Cuando aún no se ha desvanecido el sobresalto por el incendio que el pasado 8 de agosto amenazó la estructura de la Mezquita de Córdoba -cuyo origen concreto sigue sin haberse esclarecido por parte de la Policía Científica-, el temor ha vuelto a aflorar en la madrugada de este jueves, cuando los bomberos municipales han tenido que acudir al monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad, alertados por una fuga de agua que había traspasado al muro que da a la calle Torrijos, según han confirmado a este diario fuentes del Cabildo y municipales. El origen estaría, según ha confirmado el Cabildo, en uno de los baños que se encuentran en el interior del recinto.

Eran los vecinos quienes alertaban a eso de las 2.45 de la mañana al Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Córdoba de que una vía de agua estaba saliendo por la fachada de la mezquita. Los bomberos se presentaron a los pocos minutos para solventar la fuga que, de acuerdo con la versión facilitada por el Cabildo, ya había resuelto el vigilante nocturno, que había cortado el suministro de agua. “A las 3:00 horas se personó en el lugar un sargento y un bombero en un vehículo de mando para valorar la situación ‘in situ’, pero en ningún momento los efectivos de Bomberos accedieron al interior del templo para subsanar la avería al no tener relevancia”, indica el Obispado en un comunicado difundido a lo largo de la mañana.

De acuerdo con esa nota, fue el trabajador, durante su ronda nocturna por el edificio, el que sobre las 2.50 de la madrugada se percató de un ruido en la zona exterior de la fachada a la altura de la zona de los aseos. Cuando llegó a los baños observó que había “una fuga de agua en el baño adaptado causado por la rotura de un latiguillo”. En ese intervalo recibió también la llamada de la Policía Local que “le comunicaba que se escuchaban chispas en el cableado antipalomas y que se apreciaba la salida de una pequeña cantidad de agua por ese balcón”. El vigilante, de acuerdo con la nota del Cabildo, les comunicó que había detectado la incidencia y cortado el suministro de agua y que no necesitaba ayuda.

Tanto desde el Ayuntamiento como desde el Cabildo han minimizado el suceso, que limitan a un “latiguillo” procedente de una cisterna. El Obispado señala en su nota que en el Plan de Autoprotección de la Mezquita se contempla el riesgo por inundaciones (rotura de bajantes, lluvias torrenciales) y que, en este caso, por tratarse de un manguito de una cisterna de un baño, se considera como “impacto bajo o incidencia común”. Como consecuencias del incidente se enumeran la rotura del manguito de un sanitario y fuga de agua en el interior de los aseos y el corte de suministro de agua corriente, y como medidas adoptadas figuran la recogida de agua con una fregona y la reparación del manguito averiado.

Los aseos en la Quibla

Plano de la Mezquita-catedral con la ubicación de los aseos donde se ha producido la fuga de agua. / WWW.MEZQUITA-CATEDRAL.ES

Los aseos públicos de la Mezquita se encuentran en la esquina suroccidental del muro de la Quibla -el muro que alberga el mihrab, corazón islámico del monumento-, junto a la capilla donde está enterrado Luis de Góngora. La Plataforma Mezquita-Catedral ya denunció en 2017 la ubicación de los baños en una de las zonas de mayor valor artístico, arquitectónico y sacramental del monumento en un informe que se trasladó a la Junta de Andalucía. Entonces desde el Obispado se alegó que esos baños se abrieron en el siglo XIX, cuando era restaurador de la mezquita Ricardo Velázquez Bosco.

“Este accidente debería llevar a plantearse al Cabildo que quiten ese baño inmediatamente de allí”, subraya la profesora de Historia del arte de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en arte islámico Laura Calvo. La historiadora cuestiona sobre todo la ubicación de esos baños en la zona de la Quibla, “interrumpiendo el pasillo del Sabat”. “Este tipo de elementos deberían salir de la mezquita”, abunda, y recuerda que en los años 40, el entonces restaurador del monumento, Félix Hernández, ya decidió eliminar unos baños adosados a la fachada.

Mientras, siguen sin conocerse las causas concretas que motivaron el incendio del pasado 8 de agosto y que han afectado a cuatro capillas de la mezquita y a una fila de arcos de la nave de Almanzor. La Policía Científica está ultimando el informe, según confirman fuentes oficiales, que será esencial para que el juzgado que investiga el incendio pueda determinar si hay que abrir diligencias y depurar responsabilidades, en su caso. La principal hipótesis se centra en un cortocircuito en una barredora eléctrica que se encontraba en el vestíbulo de la Puerta de San Nicolás que hacía las veces de almacén. El arquitecto conservador del monumento, Gabriel Ruiz Cabrero, reconoció que fue la cortina que tapaba ese recinto la que provocó que las llamas se expandiesen con mayor rapidez. El Cabildo ya había reconocido en primavera el riesgo que suponía mantener un almacén dentro del monumento y dispone de dos inmuebles para trasladar fuera del monumento los enseres que se guardaban allí. También comenzarán en otoño los trabajos para incorporar nuevas medidas antiincendios, como un sistema de extinción con nebulizadores en la nave del coro o la apertura de buhardillas en las cubiertas.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.
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