El regreso del director de orquesta propagandista de Putin, Valery Gergiev, con un concierto en Italia, provoca una intensa polémica
El célebre músico, señalado por su cercanía al régimen ruso y defensor de la invasión de Ucrania, actuará el 27 de julio en Caserta. En 2026 volverá a España


“Resulta inaceptable que se destinen fondos europeos para financiar la actuación del simpatizante del Kremlin Valery Gergiev en el festival Un’Estate da RE”, escribió el pasado 5 de julio la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Pina Picierno, en la red social X. La política del Partido Democrático italiano denunció el concierto que el famoso director ruso dirigirá el próximo día 27 en el Palacio Real de Caserta con la Orquesta Filarmónica G. Verdi de Salerno, con refuerzos de la orquesta del Teatro Mariinski de San Petersburgo. En la publicación, Picierno cita otra del asesor ucraniano Anton Gerashchenko, quien insiste en que “Gergiev no es únicamente un director de orquesta y músico, también es un representante de la propaganda del Kremlin y cómplice de un régimen criminal. Su presencia en un evento cultural europeo equivale a normalizar los crímenes de guerra cometidos por Rusia”.
Después de Italia, el próximo país de la UE donde actuará Gergiev será España, a comienzos de 2026 —las fechas no están todavía cerradas—, tal como anunció en marzo pasado Josep Maria Prat, director de Ibercamera. Vendrá con la Orquesta del Mariinski a tocar en Barcelona y a hacer una gira por España con cinco o seis conciertos.
Hablamos de uno de los directores más destacados de la escena internacional, nacido en Moscú hace 72 años. El músico convirtió el Mariinski de San Petersburgo en uno de los complejos culturales más grandes y prestigiosos del mundo, y fue director titular de importantes orquestas internacionales como la Sinfónica de Londres y la Filarmónica de Múnich. Es, además, uno de los principales intérpretes vivos de la música de Prokófiev, Shostakóvich, Músorgski y Chaikovski, con una inmensa y nutrida discografía. Sin embargo, también es un artista controvertido, obsesionado con la hiperactividad, el poder y el dinero, lo que ha empañado su excelencia artística. Al mismo tiempo, es uno de los defensores más leales de Vladímir Putin, con quien mantiene vínculos personales desde principios de los años noventa, cuando este fue vicealcalde de San Petersburgo. Un apoyo incondicional que ha manifestado públicamente en múltiples ocasiones, tanto en la fraudulenta campaña presidencial de 2012, como firmando la carta de apoyo a la anexión de Crimea en 2014 o dirigiendo un concierto propagandístico en la ciudad siria de Palmira en 2016.

La invasión de Ucrania en febrero de 2022 puso fin de forma abrupta a la carrera internacional de Gergiev, pues su lealtad a Putin lo convirtió en una figura tóxica. Fue expulsado de la producción de La dama de picas, de Chaikovski, en La Scala de Milán, tras negarse a condenar públicamente la invasión rusa de Ucrania. Poco después, perdió por la misma razón su puesto como director titular de la Filarmónica de Múnich, así como el resto de sus compromisos con la Filarmónica de Viena, el Festival de Lucerna y la Filarmónica de Róterdam. Desde entonces, solo ha actuado en Rusia, aunque ha dirigido excepcionalmente en Omán, China e Irán. En diciembre de 2023, sumó a su absoluto control sobre el Mariinski de San Petersburgo el cargo de director general del Teatro Bolshói de Moscú. Se trata de los dos principales escenarios de Rusia como parte de un plan de control estatal de la cultura ideado por Putin y basado en la falsedad de que ambos cargos estaban unificados en la época zarista.
La polémica sobre la vuelta de Gergiev a Italia ha estado presente estos últimos días en la prensa italiana. Al día siguiente de su publicación en X, Picierno declaró al Corriere del Mezzogiorno que “Gergiev es, sin duda, un gran director de orquesta, pero lamentablemente también es partidario de un dictador criminal” y que este concierto encarna “una táctica empleada por la propaganda del régimen de Putin para manipular a la opinión pública”. A la petición de Picierno para que se cancele el concierto, su compañero de partido, Vincenzo De Luca, presidente de la región de Campania y creador del festival Un’Estate da RE, ha respondido en el Corriere della Sera: “Siempre hemos trabajado para promover el diálogo y el encuentro entre personalidades de distintas sensibilidades. Hemos facilitado la presencia de judíos y palestinos, de rusos y ucranianos, procurando no mezclar la política con la cultura”. Tanto los liberales como la ultraderecha se han sumado a la opinión de De Luca de convertir este concierto en parte de un diálogo cultural en tiempos de guerra. El senador de Italia Viva (partido fundado por Matteo Renzi), Ivan Scalfarotto, ha declarado lo siguiente: “Si intentamos librar esta batalla censurando el arte, la cultura y la música, corremos el grave riesgo de parecernos peligrosamente a quienes justamente combatimos”. Por su parte, el diputado del partido Fratelli d’Italia (partido de ultraderecha), Alfredo Antoniozzi, ha añadido que “si los ciudadanos rusos deben pagar por los errores de su presidente, estaríamos promoviendo una suerte de genocidio cultural. Probablemente, la honorable Pina Picierno prohibiría hoy la entrada en Italia a Fiódor Dostoyevski si estuviera vivo”.
Sin embargo, según informó el viernes el Corriere del Mezzogiorno, un portavoz de la Unión Europea ha apoyado el veto a Gergiev impulsado por Picierno: “Bajo el régimen de Putin, las instituciones culturales controladas por el Estado funcionan como herramientas de propaganda oficial. La UE exhorta a las organizaciones culturales a aliarse con artistas que defiendan los valores democráticos y a rechazar la utilización política de la cultura por parte de Estados agresores”. No obstante, el mismo portavoz aclaró que el concierto no está financiado exactamente con fondos europeos, sino con fondos de cohesión cuya gestión corresponde a Italia.
El regreso de Gergiev a Italia ya se celebra en la televisión estatal rusa como una victoria, con las últimas declaraciones de De Luca: “Rusia es Europa, ¡Europa! Incluso si algunos políticos y la OTAN todavía no lo han entendido”. Estas declaraciones han provocado la reacción de la Asociación de Rusos Libres en Italia, una ONG creada en 2021 por opositores a Putin, que ha publicado en Facebook una carta a De Luca en la que expresan su preocupación por el regreso de Gergiev: “Estamos en contra de la censura. Pero en este caso no se trata de censura, sino de resistir a la propaganda”. Por su parte, el movimiento político-cívico Europa Radical ha hecho una apelación pública para cancelar el concierto de Gergiev, dirigida al presidente de la República, Sergio Mattarella; a la presidenta del Consejo, Giorgia Meloni; y al presidente de la región de Campania, Vincenzo De Luca. Esta apelación ya la han suscrito decenas de políticos, periodistas, profesores, activistas e intelectuales. Además, ya están organizando una manifestación para el 27 de julio en Caserta con el objetivo de que no se celebre el concierto, y han creado un formulario de Google que cuenta ya con más de 500 adhesiones.
No obstante, conviene recordar que Gergiev, además de todo lo mencionado, está siendo investigado desde hace años por la Fundación Anticorrupción (FBK), creada en 2011 por el fallecido líder opositor ruso Alexéi Navalny. Esta asociación ha difundido en YouTube un vídeo titulado Un maestro de la propaganda. Por qué Valery Gergiev debe rendir cuentas. En él, afirman tener pruebas de que el director de orquesta ruso lleva años robando dinero de su propia fundación benéfica y malversando fondos públicos destinados a apoyar teatros y jóvenes artistas. La asociación ha investigado el impresionante patrimonio de Gergiev en todo el mundo, que según sus datos solo en Italia supera los 100 millones de euros. Se trata del resultado de la generosa herencia que recibió en 2015 de su amiga, la condesa Yoko Nagae Ceschina, cuya gestión le reporta cuantiosos dividendos. Entre sus propiedades en Venecia se encuentran el Palazzo Barbarigo, en el Gran Canal (hoy un lujoso hotel), y el Caffè Quadri, en San Marco (convertido en un restaurante de alta cocina por los hermanos Alajmo, por cuyo alquiler para los próximos siete años acaba de recibir 3,5 millones de euros). La lista continúa con una villa de dieciocho habitaciones en las afueras de Roma, otra en la costa de Sorrento y terrenos en Romagna, aparte de propiedades en Milán y otras ciudades.
La Fundación Anticorrupción lleva presionando a la UE desde 2022 para que imponga sanciones a Gergiev y en la actualidad encabeza la llamada “Lista Navalny 50” de objetivos prioritarios. En junio pasado, Canadá adoptó esa lista tras la cumbre del G7 y le impuso sanciones atendiendo a sus lazos con Putin, los referidos casos de corrupción y el apoyo a las agresiones rusas que implican su prohibición de entrar en Canadá y la congelación de todos sus activos en ese país.
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