Calabria
En ‘Infiltrado en la mafia’ se muestra el quehacer cotidiano de una poderosa familia de 'Ndrangheta, la organización criminal de Calabria


Mafia: "Despect. Grupo organizado que trata de defender sus intereses sin demasiados escrúpulos", una definición del Diccionario de la RAE que engloba buena parte de los comportamientos de quienes alcanzaron la cúspide social, política y económica.
Naturalmente, las televisiones han encontrado en las historias mafiosas un filón inagotable y algunas ya han entrado en el Olimpo audiovisual. Baste recordar títulos como Los Soprano, The Wire, Boardwalk Empire, Roma criminal, Suburra, Peaky Blinders, Sons of Anarchy, Crematorio, Gomorra... Añadan a la lista Infiltrado en la mafia (Amazon).
La simple referencia a esos títulos explica que las mafias son universales y que la base de sus operaciones se centra en dos actividades básicas: la droga y la especulación urbanística, elemento clave para blanquear los extraordinarios beneficios del tráfico de la primera. Existe un tercer elemento esencial: la colaboración de los políticos. Que uno de los denominados fondos-buitre (su denominación ya explica su esencia) suba un 300% el alquiler de un piso modesto que adquirió con la colaboración de las autoridades políticas locales justifica esa definición académica de "grupo organizado que trata de defender sus intereses sin demasiados escrúpulos".
En Infiltrado en la mafia se muestra el quehacer cotidiano de una poderosa familia de 'Ndrangheta, la organización criminal de Calabria, que controla el puerto de Gioia Tauro, es decir, la entrada de todo tipo de mercancías legales e ilegales. Un agente encubierto, Marco Pagani, con el nombre clave de Solo, llegará hasta la cima de la familia Corona y en un momento dado deberá elegir entre la ley y la codicia, por más que con frecuencia se interrelacionen.
Hablamos de una excelente serie rodada en escenarios naturales y sin mixtificaciones. Protagonistas y secundarios se amoldan perfectamente a la narración. Gentes y paisajes remiten a la anhelada autenticidad por encima de cánones artificiosos de belleza. Priman la acción y los sentimientos. La "familia" es lo primero y su defensa, la justificación de la violencia. Una sola pega: ninguno de sus ocho capítulos, divididos en dos temporadas, baja de los 90 minutos por entrega.
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