Abeja Reina
Los premios, como todo el mundo sabe, se conceden para prestigiar a la institución que los entrega

Ahora que es temporada de premios, es bueno detenerse a reflexionar sobre ellos. Han invadido hasta tal punto la actividad cultural y artística que dictan el calendario y el criterio general. Los premios, como todo el mundo sabe, se conceden para prestigiar a la institución que los entrega. Surgieron en su origen de una manera natural, para que grandes fortunas o poderosas familias limpiaran un poco su expediente con la concesión de distinciones a personas de prestigio. Hoy, superado ya ese trauma que podía afectar a quien comerciaba con la dinamita, los premios se convocan por doquier. E incluso las propias industrias se premian a sí mismas porque comprenden el valor propagandístico del acto. Los Grammy acaban de conceder su premio a la mejor canción del año en lo que se puede considerar un guiño hacia la autenticidad, frente a otros galardones que inciden sobre un natural elogio a la comercialidad en tiempos de crisis. Es normal que los premios también sufran complejo de culpa.
Premiar a Lorde por su canción Royals contiene además una apuesta por la precocidad. La artista de Nueva Zelanda acaba de cumplir 17 años, pero ya lleva tiempo en la cima de las listas con Royals y hasta su apodo artístico, que proviene del lord inglés, es un declarado anuncio de aristocracia. En sus canciones destaca la letra y la expresión vocal por encima de la rítmica y la producción, más Adele que Miley Cyrus por reducirlo al ecosistema de los Grammy. Royals es una canción declarativa y directa, desafiante contra las modas impuestas. Lo cual no es nuevo, porque todo el mundo se reivindica como alguien al margen del rebaño. Para Lorde se trata de escapar del aparente lujo y la mediatización a la que está sometida la música joven. Lo dice en su estribillo: “puedes llamarme Abeja Reina y yo mandaré”.
No parece complicado que Lorde, con sus virtudes y sangre irlandesa, se abra un espacio mundial. La apariencia es menos fabricada y más responsable de su aspecto y su música que otras competidoras. Las excepciones sirven para confirmar las reglas, así que tampoco se esperan haraquiris entre los directivos discográficos. Quizá el premio era más necesario para los propios Premios Grammy que para el resto del mundo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
El atentado contra una fiesta judía en Sídney, en imágenes
El Levante-Villarreal es aplazado por la alerta roja por las lluvias
El Govern recomienda usar mascarilla en el transporte público ante el auge de la gripe
Elecciones presidenciales de Chile 2025, en vivo | Abren las mesas y comienza la votación
Lo más visto
- Guardiola elimina la prohibición de que los jefes de servicio de la sanidad pública ejerzan en la privada y sube un 59% la derivación de pruebas
- Sin duchas ni camas adecuadas, y con obras en marcha: así estrenaron 30 niños extranjeros el centro de acogida de La Cantueña de Ayuso
- Los 50 mejores libros de 2025
- Rusia eleva la presión sobre la UE con una demanda para evitar que financie a Ucrania con sus activos congelados
- El jefe de la misión de rescate de María Corina Machado: “Fue una de las operaciones de mayor riesgo en las que he participado”




























































