El nuevo disco de Gilberto Gil, 'Fe en la fiesta', invade de alegría a Brasil

Gilberto Gil, el genial músico y compositor brasileño cuyas canciones emocionan al mundo, acaba de lanzar su nuevo disco, la mayoría con canciones inéditas, dedicado al tema de la fiesta y la alegría. Músico universal, su último álbum, titulado Fe en la fiesta, está enteramente dedicado a los ritmos del forró, del noreste del país, famosos en este mes de junio donde se celebran en todo el país las tradicionales fiestas populares "juninas".

Si en su disco anterior, el que fuera ministro de Cultura del Gobierno Lula, cantaba No tengo miedo a la muerte, en su Fe en la fiesta canta No tengo miedo a la vida. Sólo tres de sus canciones son de cuatro músicos amigos: João de Silva, Luiz Gonzaga, Targino Gordim y Eliezer Selton, que han compuesto juntos, Marinha Minha.

Si el escritor italiano Leonardo Sciascia, decía que no existen literatura, ni cine, ni arte más universales que lo local, también se puede decir que Gilberto Gil consigue ser universal con ritmos como el de su último disco, dedicado totalmente a los temas festivos del noreste brasileño, una de las regiones más pobres del país con mayor porcentaje de analfabetos.

Según ha comentado el mismo artista, la finalidad de este su nuevo disco es "llenar a Brasil de alegría". En su gira que comienza hoy, Gil va a hacer una siembra de alegría en medio a un pueblo que tiene como lema el deseo de "ser feliz".

Como todo lo compuesto en su larga carrera por el artista bahiano, que hoy milita en las causas ambientalistas, la nueva composición lleva el sello de la excelencia artística y cultural aplicada al concepto de la fiesta, hundiendo sus raíces en lo más profundo y genuino de la música local nordestina.

Su empeño ecológico se refleja en la canción La estrella azul del cielo, en la que canta la paradoja de la belleza del globo que se alza en el cielo y el peligro que representa para los bosque donde puede caer provocando un incendio.

Según los críticos musicales, el forró de las nuevas canciones de Gil que cuentan con el violín Nicolás Krassik, el acordeón de Tonnino Ferragutti posee esa larga y ancha creatividad que caracteriza al artista y que impregna esta su Fe en la fiesta.