El 'David' de Miguel Ángel cumple 500 años

El icono universal de la figura humana, el David de Miguel Ángel, cumple años. El símbolo del héroe bíblico fue exhibido por primera vez un día como hoy hace 500 años en Florencia, la ciudad que tiene el privilegio de contar con la más valiosa joya del genio del Renacimiento.

Representación de la fortaleza, la ira, la libertad, la tensión y la fuerza contenida, la escultura del héroe bíblico es la más famosa realizada por Miguel Ángel Buonarroti, pintor, escultor, arquitecto y genio del Renacimiento.

Miguel Ángel creó la escultura con sólo 23 años y a partir de un único bloque de mármol que según los historiadores del arte "estaba lleno de defectos". La estatua, de 5,16 metros de altura y 5,5 toneladas de peso, fue adquirida en 1501 por el gremio de los comerciantes de lana de Florencia y estuvo durante varios siglos en la Plaza de la Signora, hasta que en 1873 se trasladó al interior de la Galería de la Academia.

El alumbramiento del 'David'

La fecha que marca el "nacimiento" de David es la del momento en que se exhibió por primera vez al público, el 8 de septiembre de 1504. Para celebrar el acontecimiento, Florencia ha puesto en marcha un programa de debates, congresos y una exposición de arte contemporáneo en torno al David.

También para festejar la ocasión, la escultura ha sido sometida a una controvertida operación de limpieza que se ha alargado durante dos años y que ha sido sometida a duras críticas, ya que los restauradores han empleado agua destilada para remover la pátina que se había acumulado a lo largo de los siglos. Algunos expertos temían que el David sufriera daños o quedara demasiado blanqueado con este tratamiento.

"El David sigue igual, sólo ha cambiado su luminosidad", afirma la restauradora a cargo del proyecto, Cinzia Parnigoni, una vez finalizada la limpieza.

El sufrimiento del héroe

A lo largo de su existencia, el David se ha tenido que enfrentar a agresiones e inclemencias del tiempo, como la producida en 1512, cuando fue sacudida por un rayo. Poco después, en 1527, sufrió la amputación del brazo izquierdo durante una revuelta.

En 1991 un desequilibrado mental destruyó a martillazos un dedo del pie izquierdo, que luego se pudo restaurar utilizando los mismos restos. Pero el símbolo de Florencia sigue vivo y por mucho tiempo.