

Las seis preguntas trampa de la semana pasada han dado lugar a numerosos e interesantes comentarios. En la imposibilidad de transcribirlos, los resumo en las repuestas que doy a continuación:
1. La primera pregunta trampa lo es por partida doble. En principio, uno de cada cuatro años es bisiesto, pero no siempre. Si además de ser múltiplo de 4 el año es secular —es decir, múltiplo de 100— solo es bisiesto si, además, es divisible por 400; así, el año 2000 fue bisiesto, pero el 1900 no, y tampoco lo será el 2100. Y puesto que el enunciado no especifica de qué cuatro años consecutivos se trata, habría que contemplar ambas posibilidades: un cuatrienio con año bisiesto y uno sin.
La segunda trampa tiene que ver con el consabido sesgo por sobrentendido. Si alguien pregunta “¿Tienes un cigarrillo?” y el interpelado tiene un paquete, contestará que sí (a no ser que no quiera compartir su tabaco); pero si nos preguntan qué mes tiene 28 días, entendemos “exactamente 28 días”. Porque, en realidad, todos los meses tienen 28 días, y algunos tienen 1, 2 o 3 días más.
Es un acertijo con moraleja, y la moraleja es que a menudo, sin darnos cuenta, nos ponemos más condiciones de las que nos piden. Hay numerosos y muy interesantes problemas de este tipo (uno de los más conocidos, del que hemos hablado más de una vez, es el de los 9 puntos a unir con 4 trazos rectilíneos sin levantar el lápiz del papel ni pasar dos veces por el mismo trazo).
2. “¿Estás dormido?” es una pregunta cuya única respuesta posible conocemos de antemano y sin embargo no es necesariamente superflua. “¿Estás muerto?” es otra posibilidad. Alguien que habla en sueños o un vampiro podría sorprendernos con una respuesta inesperada; pero, en general, la única respuesta posible es “no”.
3. La montaña más alta del mundo, antes de que se supiera que era el Monte Everest, era el Monte Everest.
4. La mayoría de los perros —y de los humanos— duermen más horas en enero que en febrero porque en enero hay 3 días más (o 2 si el año es bisiesto). De nuevo nos confunde el sesgo por sobrentendido: donde pone “más horas”, entendemos -sobrentendemos- “más horas diarias”.
5. La gata. En este caso, una sutil reivindicación feminista podría ser la moraleja.
6. Una fuerza irresistible y un objeto inamovible son conceptos mutuamente excluyentes, no pueden existir ambas cosas a la vez (pese a lo cual, dicho sea de paso, algunas personas creen que un ser omnisciente que sabe de antemano lo que vamos a hacer es compatible con el libre albedrío).
La cabellera de la princesa
Y al hablar de acertijos con moraleja es inevitable pensar en las fábulas y los cuentos tradicionales. He aquí un problema basado en un cuento clásico:
Érase una vez una princesa que estaba tan orgullosa de su abundante y hermosa cabellera dorada que nunca se cortaba el pelo, ni siquiera las puntas. Y al ver con preocupación que cada día se quedaban enredados en su peine de plata algunos cabellos, se los hacía contar cada noche por sus doncellas por miedo a perder su dorado atributo.
Para tranquilidad de la princesa, la cuenta se mantenía siempre alrededor de los 150.000 cabellos, pese a que cada día se le caían unos 50. Sabiendo que el cabello humano —incluso el principesco- crece alrededor de un centímetro al mes, ¿cuánto medía la cabellera de la princesa?
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