La fama cuesta: casi cinco años de esperanza de vida, si eres cantante de éxito
Un estudio determina que las estrellas de la canción tienen un 33% más de riesgo de morir que sus colegas menos conocidos


La imagen del músico famoso ha estado rodeada de glamour y excesos que alimentan la cultura popular. Detrás de esa idea mítica parece esconderse un riesgo que puede intuirse, pero que un equipo de investigadores ha analizado: vivir menos. La investigación, que se publica este miércoles en la revista Journal of Epidemiology & Community Health, sugiere que la fama podría tener un impacto real en la esperanza de vida de los artistas. En concreto, al reducirla casi un lustro. El hallazgo proviene de una comparación entre cantantes profesionales, pero diferenciados por un único factor: unos alcanzaron la fama y otros no.
El estudio atribuye “un tiempo medio de supervivencia aproximadamente 4,6 años más corto entre los cantantes famosos en comparación con sus homólogos emparejados”. De acuerdo con el trabajo, liderado por Johanna Hepp y un equipo de investigadores de la Universidad de Witten/Herdecke en Alemania, los cantantes famosos tienen un 33% más de riesgo de morir en un momento dado que sus pares menos conocidos. Proponen que el riesgo de mortalidad asociado con la fama es comparable a otros riesgos conocidos para la salud, como fumar ocasionalmente.
Michael Dufner, uno de los autores de la investigación, cuenta que este estudio nació de un trabajo previo relacionado con el narcisismo de los actores. Porque estudiar a una población de personas famosas es extremadamente difícil. “¿Cómo lo haces? ¿Cómo accedes a ellos?”, se pregunta. La solución fue optar por un objeto de estudio relacionado, pero con más posibilidades de observación. “Pensamos que quizá podíamos analizar la mortalidad en famosos, porque esos datos están disponibles en archivos públicos”, cuenta este profesor de Psicología de la Personalidad y Diagnóstico.
Un gemelo aficionado
A diferencia de investigaciones previas que comparaban músicos famosos con la población general, los investigadores buscaron aislar el factor fama de la profesión musical. Para ello, construyeron un experimento: emparejaron 324 cantantes famosos con 324 cantantes menos conocidos.
Utilizaron el catálogo Acclaimed Music, creado por el estadístico escocés Henrik Franzon, que se centra en listas de críticos musicales profesionales; y los cantantes menos famosos se buscaron en discogs.com. Cada artista contaba con un gemelo para ser comparado. Este par debía tener el mismo género, nacionalidad, etnicidad, estilo musical, rol (solista o miembro de banda) y año de nacimiento.
Los investigadores analizaron la muestra de 648 músicos procedentes de Europa y Norteamérica. El 83.5% eran hombres y el 16.5% mujeres. La mayoría pertenecía al género Rock (65%), seguido de R&B (14%), Pop (9%), New Wave (6%), Rap (4%) y Electrónica (2%). Los pares de los famosos eran casi idénticos, salvo por un detalle: su nivel de reconocimiento público.
Las estadísticas arrojaron que los músicos con fama viven unos cuatro años y medio menos que sus equivalentes menos populares. “La comparación de gemelos nos permitía asegurarnos de que cada pareja coincidiera en las variables que decidimos utilizar”, detalla Dufner.
El estudio halló además que los artistas solistas tienen mayor mortalidad que quienes trabajan en bandas. De acuerdo con los investigadores, pertenecer a un grupo musical se asoció con un riesgo de muerte 26% menor en comparación con los solistas.
Efecto Werther
Los músicos que alcanzan la fama en Norteamérica y Europa han mostrado históricamente un riesgo de mortalidad entre dos a tres veces mayor que el de la población general, y diversas investigaciones han señalado que su tasa de suicidio puede ser entre dos y siete veces superior al promedio nacional en Estados Unidos.
Para los autores, esta realidad tiene efectos sociales más amplios. Las muertes de figuras icónicas, especialmente por suicidio, pueden desencadenar picos de imitación en la población general, un fenómeno bien conocido como el efecto Werther, un fenómeno de imitación de suicidios acuñado por el sociólogo David Phillips en 1974, y que le debe su nombre a la novela de Goethe Las desventuras del joven Werther.
¿Qué mata a las estrellas?
Los investigadores reconocen las limitaciones del estudio. Por ejemplo, no aborda las diferencias según causas específicas de muerte, pero sí apuntan a una serie de mecanismos posibles respaldados por literatura previa, como la presión de la exposición permanente, la normalización del consumo de sustancias, antecedentes de dificultades en la infancia y la soledad del solista.
Dufner considera probable que el abuso de sustancias desempeñe un papel importante, pero insiste en que los mecanismos que elevan la mortalidad de los músicos famosos siguen sin estar claros.
Apunta también a otros posibles factores, como el aislamiento social y la presión. “Probablemente varios factores intervengan. Pero nuestro estudio no puede demostrarlo; todo esto es especulativo”, admite.
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