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Los 10 lugares favoritos de Harold Mayne-Nicholls: “Sigo jugando fútbol los sábados, es como el día que uno va al psiquiatra”

El candidato presidencial independiente, expresidente de la Asociación de Fútbol Profesional, habla de su niñez en Antofagasta, su afición por los deportes y sus visitas a las comunidades mapuches: “He entrado a Temucuicui sin problemas”

Maolis Castro

Estadio regional Calvo y Bascuñán. Recuerdo el coliseo, las canchas donde jugué entre los 11 y 15 años, el parque japonés y el balneario. No recuerdo si ganaba muchos partidos, pero sí que me entretenía. (Av. Angamos, Antofagasta).

Ciudad de Antofagasta. Nací en Antofagasta. Ahí tengo mis raíces y grandes afectos. Voy a La Portada, me baño en el mar. Otro lugar especial es la biblioteca pública, que fue transformada por mi tía Amy, porque antes fue el Correo.

La casa de los abuelos paternos. Todos los veranos iba a la casa de mis abuelos Alfred y Grace, ahora convertida en monumento nacional. Ellos nos llevaban a todas partes. Hacían almuerzos familiares y –por su herencia británica– tenían la costumbre tomar el té. Les gustaba el ambiente de Iquique. Su casa fue construida por mi bisabuelo, un ingeniero que llegó [a Chile] para trabajar en el ferrocarril salitrero y que cuando se jubiló volvió a Londres con sus siete hijos, pero tres de ellos –incluido mi abuelo– regresaron al país. Esa casa ya no nos pertenece, pero la conseguí prestada para la recepción de un (campeonato) Sudamericano. (Esquinas de Baquedano con Bulnes, en Iquique).

Feria de Visviri. Se juntan las fronteras de Chile, Perú y Bolivia. Fui por primera vez en 2012 y luego unas cinco veces. No hay nacionalidades ni fronteras; nadie sabe quién es boliviano, peruano y chileno. Las personas se juntan los domingos en una feria para intercambiar productos. No hay necesidad de reglas, todo se cumple. (comuna General Lagos, provincia de Parinacota, región de Arica).

Estrecho de Magallanes. Mi abuelo materno vivió en Punta Arenas, una ciudad que conocí a mis 35 años. Me gusta la calma del Estrecho de Magallanes. Cuando voy me meto en sus aguas. Me gusta ver salir el sol desde el mar. En el resto de Chile sucede lo contrario: el sol descansa en el mar. (A 52 Km al sur de la ciudad de Punta Arenas, región de Magallanes).

Los moáis de Rapa Nui. Lo más sorprendente es la zona en que están los 15 moáis (Ahu Tongariki), tiene una energía especial. En Rapa Nui inventé un partido de Colo Colo contra la selección de la isla en 2009, que fue catalogado por la FIFA como el “partido del siglo”. Cuando terminó, el presidente del Consejo de Ancianos de Rapa Nui me regaló su báculo. Me lo dio en un lugar privado. “¿Cómo me va a regalar esto que representa el poder para ustedes?”, le dije. Pero él respondió: “Nadie ha hecho tanto por esta isla como usted”. (Costa sureste de Rapa Nui).

Archipiélago Juan Fernández. Fui como periodista, cubriendo una competencia llamada Las 1.000 millas marinas, y luego volví en la luna de miel con mi señora, en 1987. En Juan Fernández están los restos del SMS Dresden, un barco alemán hundido en la Primera Guerra Mundial. Soy un amante de la historia, me gusta leer y he escrito libros, uno de ellos rescata parte de la historia del fútbol.

Puerto Saavedra. La comunidad Pehuenche-Neculpan nos invitó a celebrar el We Tripantu (Año Nuevo mapuche) en junio. Es una ceremonia a la que no se puede llegar sin invitación. Me gustó la energía en este lugar sin puerto, a pesar de su nombre. Es una franja y el mar. Queda cerca del lago Ranco, entre Carahue y Saavedra, que es maravilloso. Mi acercamiento con estas comunidades es porque he dado muchas vueltas por La Araucanía. Tengo muy buena onda con las comunidades mapuches, he entrado a Temucuicui sin problemas. (Comuna de la provincia de Cautín, región La Araucanía).

La casa de la niñez en Las Condes. Quedaba en un barrio antiguo, tenía poquísimas casas y una sola calle donde jugábamos con los ‘carricoches’, que es la manera en que mis amigos y yo llamamos a unos coches en los que nos lanzábamos por una pendiente. Luego armamos un equipo de fútbol y jugábamos con niños de otras calles. En uno de estos equipos había un arquero con muletas y eso era un problema para nosotros: ¿Cómo íbamos a patear fuerte y hacer goles? Mi pasión por el deporte es de familia y sigo jugando fútbol los sábados: para mí es como el día que uno va al psiquiatra: es una forma de drenar. Juego con un equipo que partió en la biblioteca de mi colegio, en 1979. (Paul Harris 621, Las Condes, Región Metropolitana).

Campus Oriente, Pontificia Universidad Católica de Chile. Acá estudié periodismo y conocí a mi señora. También fui seleccionado de fútbol de la escuela de Periodismo, que tenía pocos varones. Por eso, cada vez que había una olimpiada jugábamos todos, no había posibilidad de que alguien se arrancara. Antes, había estudiado ingeniería. Lo hice porque fui fotógrafo en el colegio, en 1977, y luego trabajé en el diario Crónica de Concepción. En ese tiempo me pareció natural ser ingeniero pues revelar fotos conllevaba un proceso químico, y no me iba mal en matemática, física ni química, me pareció natural ser ingeniero. Pero no me gustó y lo dejé al año. Sí, me quedó gustando la fotografía y, en 1987, le tomé unas al papa Juan Pablo II en su visita a Chile. Tengo dos o tres muy buenas de él, muy cerca. En 1985, además lo vi en Ecuador. También tenía buenas fotos de la dictadura, algunas estuvieron en la tapa de una revista. (Jaime Guzmán Errázuriz 3300, Providencia de la Región Metropolitana).

La casa en Peñalolén. Compré un terreno en Peñalolén, que entonces era un cerro abierto. Nos fuimos a vivir ahí en 1995 y, al principio, no había nada en casa, ni siquiera cortinas en las ventanas. Y una mañana, al despertar, veo a tres caballos mirándome: ¡El susto! Luego construí una cancha de fútbol, invitábamos a los vecinos y jugábamos con los niños. En verano de 1998 mi hijo Harold me invitó a jugar porque les faltaba uno en el equipo. Llegué puntual a la casa, pero estaban completos. “Estamos justos, arbitra”, me dijo. (Calle Las Raíces, Peñalolén).

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Sobre la firma

Maolis Castro
Es periodista de EL PAÍS en Chile desde 2024, antes estuvo en el medio económico Bloomberg Línea. Trabajó para EL PAÍS desde Venezuela entre 2016 y 2019. También estuvo en el portal de periodismo de investigación Armando.info y El Nacional. Ha colaborado para medios como Pulso (Chile), The Wall Street Journal y ABC (España).
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