El momento histórico del regionalismo verde social

Chile se encuentra en una encrucijada decisiva que definirá su futuro. Desde la Federación Regionalista Verde Social observamos este momento como una responsabilidad inmensa que viene desde la tierra, el mar y las voces de los chilenos que exigen justicia y dignidad. La candidatura presidencial de Jaime Mulet representa esta causa: un Chile que debe unirse para proteger la red de la vida y reconstruir nuestro tejido social.

Nuestro ADN regionalista

Nacimos como una agrupación de movimientos regionalistas y ambientalistas que se articularon con autonomía en distintos territorios, basándose en visiones de desarrollo sostenible. Desde el origen, buscamos mayor descentralización, participación directa, elección de autoridades locales y control social para planificar territorios y administrar bienes naturales.

Criticamos el modelo de fuerte centralismo, el autoritarismo partidario tradicional, la despreocupación ambiental y la consolidación de un capitalismo neoliberal con excesos insoportables debido a la dependencia del financiamiento de grandes grupos económicos.

El ciclo regionalista que impulsó Esteban Valenzuela logró la elección de gobernadores, mayor autonomía regional y fortalecimiento de universidades y partidos regionales. Cuando los partidos tradicionales prohibieron estos movimientos, Jaime Mulet propuso unir los partidos regionales para cumplir con la nueva legalidad. Así nació la Federación Regionalista Verde Social el 24 de enero de 2017, uniendo el FREP de Atacama, el Frente Norte Verde de Coquimbo, MIRAS de O’Higgins y Somos Aysén.

Representamos a la gente sencilla que ama su patria, sufre con desastres naturales, colabora con causas solidarias, se indigna con abusos empresariales y sufre cuando el Estado no responde a necesidades básicas.

Fuimos protagonistas del primer retiro de fondos de AFP durante la pandemia cuando el gobierno negaba ayuda masiva. También logramos el Royalty a la gran minería tras más de 20 años de lucha de Esteban Velázquez y Jaime Mulet y que hoy entrega 1.500 millones de dólares anuales a 302 comunas en todas las regiones, garantizados por 10 años.

La encrucijada nacional

Nuestro país enfrenta siete problemáticas prioritarias:

1. Grave desequilibrio en distribución del ingreso y dificultades tributarias
2. Aparato estatal desmotivado con tramitaciones largas y baja productividad
3. Economía de bajo crecimiento, dependiente del sector privado concentrado
4. Centralización que ahoga regiones y municipios
5. Listas de espera desesperanzadoras en salud
6. Déficit habitacional para sectores modestos y medios
7. Desafíos urgentes del cambio climático

Todo atravesado por delincuencia, narcotráfico, baja natalidad, inmigración sin control y desafíos de la cuarta revolución industrial.

La propuesta del regionalismo verde

No avanzaremos sembrando desconfianza o polarizando. Es una tarea nacional donde debemos involucrarnos todos. El narcotráfico, cambio climático, inteligencia artificial y descentralización trascienden divisiones tradicionales.

Chile necesita recuperar confianza en sí mismo, reencontrarse con su historia profunda. Nuestro primer llamado es reconstruir el país en diálogo y amistad social, consolidando una Recuperación Verde hacia un Chile más unido y seguro.

Chile en marcha

Proponemos un Chile en Marcha con un plan Juntos Construyendo Chile que ataque el déficit habitacional desde la dignidad del hogar. Con 473.354 requerimientos de viviendas, vemos en la construcción una oportunidad para generar empleo y resolver necesidades urgentes.

Planteamos instalar un millón de techos solares para la transición energética justa, disminuyendo costos de vida y liberando al menos un tercio de ingresos familiares para otros fines.

Defendemos un Fast Track para infraestructura, estableciendo que proyectos necesarios sean aprobados o rechazados en plazos acotados, dando valor positivo al silencio administrativo.

Ajustes institucionales

Proponemos terminar con delegados presidenciales regionales, hacer que el FNDR sea ejecutado efectivamente por gobiernos regionales sin tutela, y establecer que parte de los tributos de grandes empresas quede en regiones y comunas.

La descentralización efectiva debe acompañarse de severo control del uso de recursos públicos, incorporando literalmente a la Contraloría en gobiernos locales y regionales.

Seguridad urgente

Sin justicia y castigo no es posible avanzar. Proponemos crear el Consejo Nacional de Persecución Penal de rango constitucional, Policía Municipal dependiente de Carabineros, sanción rápida al dinero ilícito con decomiso sin condena, y cárceles de alta seguridad para reincidentes.

Reforma del Estado

Debemos defender a funcionarios públicos de políticos inescrupulosos. Proponemos reducir drásticamente cargos de confianza, crear un Estado más eficiente, eliminar trámites inútiles y reducir sueldos excesivos de altos ejecutivos públicos.

Proteger la red de la vida

La crisis climática nos pone frente a un desafío histórico. Nuestra generación debe ser el vínculo entre generaciones para corregir lo mal hecho. La Recuperación Verde no es romántica, es existencial. Debemos orientar la economía hacia modelos sostenibles e implementar taxonomía ambiental que de seguridad a las inversiones y cuide los ecosistemas.

El llamado de nuestra época

Este momento histórico requiere liderazgo ético para tiempos de cambio. Chile está cansado de caudillos y aprovechadores. Necesitamos líderes con corazón limpio y mente clara, comprometidos con causas colectivas antes que proyectos personales.

Defendemos la política como función noble y creemos que su degradación tiene límites. Debemos recuperar la política de confrontación de ideas y diálogo dialéctico para que la ciudadanía elija conscientemente entre diferentes proyectos de país.

El regionalismo verde social representa una alternativa real que nace desde los territorios, comprende necesidades regionales y tiene experiencia en transformaciones concretas. Este es nuestro tiempo y responsabilidad. Desde cada región, el Chile diverso y próspero que queremos construir nos llama, y nosotros respondemos presente.