Blancos pero con motor contaminante

La Empresa Municipal de Servicios Funerarios acaba de adquirir dos coches fúnebres de color blanco, con lo que rompe el tradicional color oscuro (en su mayoría negro o gris) que caracteriza a estos vehículos. Según fuentes municipales, se trata de una innovación y se verá si se adquieren más modelos o, por el contrario, se sigue con las tonalidades habituales. Todo dependerá de la aceptación que tenga este cambio y si demandan este tipo de vehículo.

Lo más llamativo de esta adquisición es que se ha elegido una prestigiosa marca alemana y que se ha apostado por un motor gasolina de 2.000 centímetros cúbicos con 211 caballos de potencia. En lugar de elegir vehículos menos contaminantes como eléctricos o híbridos, se ha optado por un turismo de motor de explosión. Una portavoz de la empresa municipal, dependiente de la Concejalía de Salud, Seguridad y Emergencias, explica que este modelo contamina menos que los que se tenía hasta el momento, que eran de motores diésel.

La ficha técnica de la empresa carrocera tampoco ofrece una gran rebaja entre un tipo de motorización y otra: el de gasolina emite 149 gramos de dióxido de carbono (CO2) frente a los 151 del diésel. Y todo ello en el contexto de que la capital acaba de salir del tercer episodio de alta contaminación en menos de dos meses y se ha pedido a los madrileños que utilicen el transporte público y dejen sus vehículos particulares aparcados en casa.

Los responsables de la funeraria han optado por el modelo Stylo, que se caracteriza por “su diseño elegante y vanguardista”. La funeraria municipal cuenta con más de 30 vehículos fúnebres de alta gama, además de una docena de furgones de recogida y vehículos de asistencia con los que acuden a ofrecer asistencia en domicilios, residencias y hospitales, entre otros.

El gerente de la Empresa Municipal de Servicios Funerarios, Fernando Sánchez, explicó que el blanco se asocia al luto en otras culturas. Así ocurre en los rituales budistas de Japón, China o la India, en el que este color es el predominante asociado a la palidez que produce la muerte.