La fiscalía presenta otra denuncia por la gestión de Alfonso Rus

Nuevo problema para Alfonso Rus, el expresidente de la Diputación de Valencia y del PP provincial defenestrado después de que se hicieran públicas conversaciones grabadas por uno de sus altos cargos en las que aparece presuntamente hablando del cobro de comisiones a cambio de contratos públicos que están bajo investigación judicial. La fiscalía ha presentado una nueva denuncia contra él por la cesión casi gratuita de la plaza de toros de Valencia para la organización de la Oktoberfest, la fiesta de la cerveza originaria de la ciudad alemana de Munich.

Los problemas judiciales de Rus, que fue también alcalde de Xàtiva hasta las pasadas elecciones, provienen de la denuncia presentada en fiscalía por la diputada provincial de Esquerra Unida en la Diputación de Valencia, Rosa Pérez Garijo. En ella se apuntaba que la Corporación dirigida por Rus había cedido la plaza de toros a dos empresas organizadoras de la Oktoberfest, que tenían el mismo administrador, con una rebaja de los precios en principio aplicables cercano al millón de euros.

La fiesta fue organizada por las sociedades mencionadas en la denuncia durante cinco años y generó quejas entre sectores hosteleros por los precios difíciles de batir que ofrecía. Las salchichas alemanas se vendían a un euro. Y por el mismo precio se podía adquirir medio litro de cerveza. La plaza, monumento declarado Bien de Interés Cultural, permanecía abierta desde el mediodía hasta la madrugada.

La denuncia de Garijo que la fiscalía ha acogido parte de la base de que la institución que dirigía Rus favoreció a las empresas concesionarias. La fiscalía ha elevado el asunto al juzgado apuntando la comisión de los posibles delitos de malversación de caudales públicos y prevaricación.

La denuncia ha recaído en el juzgado de Instrucción número 15 de Valencia, el mismo que ha instruido el caso Emarsa, que acaba de ser reabierto por la Audiencia de Valencia y volverá por ello al mismo juzgado.

Marcos Benavent, el exgerente de la gran empresa de la Diputación de Valencia que almacenó durante años conversaciones que aparentemente trataban prácticas ilegales lleva meses colaborando con la justicia. Al reaparecer a finales de mayo, Benavent confirmó que las cintas aportadas a la fiscalía por EU las había grabado él y que eran auténticas.