Primavera en el escaparate

Las paredes de Lavapiés son casi un gran museo al aire libre de arte urbano. Ahora, además, está repleto de galerías, y el arte ha saltado a los comercios del barrio, dentro de la muestra C.A.L.L.E. (Convocatoria Artística Libre de Lavapiés Emergente), que hasta el 21 de mayo y organizada por la asociación de comerciantes del barrio celebra su segunda edición. Artistas urbanos exponen sobre bares, restaurantes, mueblerías, heladerías o farmacias para dar, durante unos días, un nuevo aspecto a sus calles.

“Desde hace 15 años se ve en Lavapiés una constante intervención del espacio público”, dice Stéphane Abondance, creador y organizador de la muestra. “Ahora se trata de fomentar una interactividad entre estas expresiones y el pequeño comercio”. Los 42 participantes han sido seleccionados a través de una convocatoria abierta a la que se presentaron más de cien proyectos. El colectivo Madrid Street Art Project (MSAP) hizo las labores de comisariado teniendo cuenta criterios como que las obras se adecuasen bien tanto al espacio como la naturaleza del negocio, que usaran materiales reciclados y también que reflejasen la idiosincrasia propia del barrio. Las disciplinas son varias: pintura, escultura, collage, fotografía o instalación. Y entre los artistas se mezclan nombres de recorrido como H101 o Parsec! con otros emergentes.

“Queremos extrapolar el contacto entre comerciantes y vecinos a los artistas y hacer que los que viven en el barrio vean esto como algo propio”, dice Guillermo de la Madrid, de MSAP. Los comerciantes, que también son artífices de otras iniciativas como Tapapiés, encuentran ventajas. “Es uno de los eventos más bonitos que se hacen en el barrio, en el que tenemos la oportunidad de convivir con los artistas y conocer y valorar su trabajo. Además, atrae a público que puede conocer nuestros comercios de cercanía, frente a grandes cadenas”, dice Javier Vázquez, presidente de la asociación de comerciantes. Durante la muestra se realizarán visitas guiadas gratuitas a los locales intervenidos.

Vivimos tiempos en los que el arte urbano goza de creciente visibilidad y reconocimiento, incluso por parte de las instituciones. El Ayuntamiento ha llevado esta disciplina a grandes medianeras de barrios como Tetuán, Usera y Villaverde, el proyecto Línea Zero acerca a los artistas a diferentes estaciones de metro y los muros de La Tabacalera están cubiertos de murales. También en Lavapiés, la galería librería Swinton and Grant se ha convertido, en solo un año, en un referente de este movimiento. “En Madrid hay una escena artística superpotente, iniciativas pequeñas y apoyo institucional”, dice Diana Prieto, de MSAP, “pero es necesario que sea de largo recorrido. No se puede apoyar a los artistas por un lado y multarles por otro”. Para Prieto las intervenciones tienen un carácter diferente si se hacen por iniciativa propia y sin recursos, atentos por el rabillo del ojo a la aparición de la policía, o con todos los medios y la tranquilidad. Y todo tiene su valor. “Pero el arte urbano espontáneo tiene que existir. Es la base de todo esto”.