Un manual pone el Parlamento Europeo “al alcance de la mano”

“El Parlamento Europeo es una de las fuerzas motrices de la integración europea”, dice el abogado valenciano Juan Luis Cervera en la introducción del libro que acaba de publicar: Elección, organización y funciones del Parlamento Europeo. “Quinientos millones de ciudadanos europeos están representados en dicha asamblea, que de modo paulatino ve crecer sus poderes como colegislador, como coautor del presupuesto, como órgano consultivo y de control, así como su condición de portavoz de los ciudadanos, debido a que tratado a tratado se incrementa su legitimidad democrática”.

Cervera conoce bien la estructura de la Unión Europea, ya que fue jefe de la agregaduría laboral de la embajada de España en Alemania y jefe de división del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. Su libro (publicado en su propio sello, Cervera Editor), como explica el expresidente del Parlamento Europeo José María Gil-Robles en el prólogo, es “útil, claro y completo” y permite “entender a cualquiera cómo se elige, cómo se organiza y qué hace el Parlamento Europeo”. Se convierte, así, en una especie de manual de uso para europeístas. “Escasean libros como este, fundamentalmente divulgativos y explicativos”, apunta Gil-Robles.

Desde el número de diputados (había 736 en 2009 y se eligen 751 en estas elecciones de 2014 porque por el camino, en 2013, se incorporó Croacia) hasta las nuevas competencias en la elección del presidente de la Comisión Europea (una novedad que sí que ha formado parte de los discursos de los partidos en la campaña, poco explícitos en casi todo lo demás), Cervera busca “hacer accesibles” las instituciones europeas.

Así, explica que los eurodiputados, que cobraban hasta 2009 según sus Estados de procedencia, han visto progresivamente unificados sus sueldos, a partir de una cifra básica de 8.299 euros brutos al mes, a la que hay que añadir gastos de desplazamiento y alojamiento, más un suplemento por personal de secretariado y 304 euros de dieta por cada día de sesión. O desmenuza un mecanismo que ciertos colectivos ciudadanos conocen bien, el de las reclamaciones, mediante dos vías: la de la comisión de peticiones del Parlamento Europeo, que recibió en 2013 unas 3.000 quejas, y la que lleva al Defensor del Pueblo. Cervera se esfuerza en demostrar la importancia que el trabajo del Parlamento Europeo tiene en “las cuestiones cotidianas” de los europeos. Y apela a no verlo como “un ente alejado, ajeno e inútil” porque “está ahí, a su lado, al alcance de la mano”.