El PP mantiene por ahora en su escaño a la parlamentaria procesada

El PP esperará a ver cómo evoluciona el caso de su diputada autonómica María Faraldo, a la que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) acaba de procesar por los presuntos delitos de prevaricación y falsedad documental, antes de pedirle que renuncie a su escaño. La parlamentaria ha puesto su cargo a disposición del partido, que de momento se ha limitado a abrirle un “expediente informativo”, mero trámite que, a tenor de las declaraciones de los propios dirigentes populares, no va a implicar por ahora ningún tipo de sanción.

 Faraldo, ex secretaria de Organización del PP coruñés y exvicepresidenta de la Diputación de esa provincia, ha sido procesada por contratar ilegalmente, cuando era alcaldesa de Betanzos, a un trabajador para el conservatorio municipal. Los populares se agarran a que el auto de procesamiento no incluye por ahora la apertura de juicio oral, a la espera de que el TSXG le tome una “declaracíón indagatoria” el próximo 4 de febrero. Si Faraldo finalmente tuviese que sentarse en el banquillo, los populares dan a entender que debería dejar su escaño.

“Ella ha hecho lo que tenía que hacer, poner el cargo a disposición del partido, y ahora veremos cómo evolucionan los acontecimientos”, declaró ayer el secretario general del PP gallego, el también vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda. En parecidos términos se expresó la viceportavoz popular en el Parlamento gallego, Marta Rodríguez Arias, quien subrayó además que Faraldo está procesada por una “cuestión administrativa” y no se le acusa de haber logrado “ningún lucro personal”.

Para Alternativa Galega de Esquerda (AGE), resulta “indigno” que Faraldo siga en la Cámara tras su procesamiento. La viceportavoz de la coalición, Yolanda Díaz, exigió al PP que muestre la misma contundencia que exihibe para criticar las conductas de dirigentes de otros grupos. “Feijóo vuelve a amparar la corrupción”, indicó Díaz. Para Ana Pontón, viceportavoz del BNG, “si se ha producido una imputación, lo lógico es que dimita, como ya ha ocurrido con otros diputados”. “No se aplican los mínimos principios éticos”, lamentó Pontón. Más tibio, el socialista José Luis Méndez Romeu se limitó a instar al PP a que “tome decisiones”.