El PP pide al Gobierno catalán que deje de manipular y tergiversar la historia

Enric Millo, portavoz del grupo del Partido Popular en el Parlament, pidió ayer a Artur Mas que aproveche el Tricentenario de 1714 para “decir la verdad” y para que deje de manipular y tergiversar la historia. “La propaganda tiene un límite”, afirmó Millo, que apeló a la “valentía” del presidente de la Generalitat para reconocer que quienes salieron a defender Barcelona en 1714 ante las tropas borbónicas lo hicieron por el Rey (Carlos de Austria) y por la libertad de toda España.

Durante unas declaraciones en Girona, Millo lamentó que los “millones y millones” de euros que el Ejecutivo catalán gastará en el Tricentenario no se hayan invertido en partidas de carácter social al tiempo que avisó de que el rosario de actos solo servirá para “acentuar la división entre catalanes y entre catalanes y el resto de españoles”.

La dirección popular está decidida en este 2014 a lanzar una campaña para intentar desactivar el soberanismo y explicar la conveniencia de que Cataluña continúe formando parte de España. Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP, ha tomado la decisión de potenciar el núcleo duro del partido, formado por el secretario general, Jordi Cornet, delegado del Consorcio de la Zona Franca,  y sus cuatro vicepresidentes: Millo, acción política; Dolors Montserrat, vicepresidenta del Congreso y secretaria de organización; Manuel Reyes, alcalde de Castelldefels y vicepresidente de política municipal, y Andrea Levy, vicepresidenta de estudios y programas, según informó ayer La Vanguardia. La senadora no planea cambios en esa cúpula, sino reforzarla con más personal, al tener todo el núcleo, salvo Levy, cargos públicos que les impiden dedicarse con más intensidad al partido. “Es un año crucial por los comicios europeos y ante el riesgo de elecciones anticipadas”, señalaron fuentes del partido, que dan por hecho que no habrá consulta soberanista.

Para potenciar su estrategia, el PP catalán ha programado para la última semana de enero una convención —máximo órgano entre congresos— que durará tres días para afrontar el soberanismo y para afianzarlo en unos momentos en que las encuestas apuntan a una fuerte caída en beneficio de Ciutadans. Su idea es que sea una convención abierta a la sociedad en la que pretenden invitar a economistas, intelectuales y académicos contrarios a la secesión para que participen en foros y debates. El plan es que varios ministros acudan asistan a las jornadas para explicar la conveniencia mutua de que Cataluña siga perteneciendo a España. Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, clausurará la convención el día 25.