¡Que viva la XV Brigada!

Fueron los últimos combatientes republicanos de la Batalla del Ebro. Echaron el resto para cubrir las espaldas del ejército en retirada. Se dejaron la vida ante la aviación, los tanques y la infantería franquistas en las trincheras y fortines que constituían la línea defensiva de La Fatarella. En ese mismo lugar, concretamente en un bosquecillo en las alturas de Raïmats, donde en noviembre de 1938 tuvo lugar una batalla terrible, fue inaugurado ayer un monumento a los valerosos soldados de la legendaria XV Brigada Internacional (reconvertida en 15 ª Brigada Mixta), cuyo sacrificio, junto al de otras unidades, evitó el desastre de las tropas republicana en retirada.

El monumento, obra de la escultora Mar H. Pongiluppi por iniciativa del grupo de investigación DIDPATRI de la UB y la asociación Lo Riu de La Fatarella, es una placa de bronce con un bajorrelieve en el que aparecen tres combatientes con rifles y granadas en plena lucha. Luce la inscripción “XV BI-15 BM, en memòria dels combatents de la Quinzena Brigada, defensors de la llibertat”. La ceremonia, a la que asistieron familiares de militares republicanos, incluyó el que efectivos de los mossos d'esquadra ataviados como en la época de la Guerra Civil rindieran honores militares. El monumento se alza junto a la trinchera en la que en 2011 apareció el esqueleto de un soldado republicano al que se bautizó como Charly.Tras el acto tuvo lugar una animada recreación histórica con participantes caracterizados de combatientes de ambos bandos.