Acercarse a Cerdeña a través del grabado
Las estampas clásicas contrastan con las contemporáneas en una exposición de 133 obras


El Museo de Bellas Artes de Bilbao expone desde este jueves la muestra Cerdeña indescifrable. El signo grabado, con 133 obras, de las que 109 pertenecen a representantes de la llamada Escuela Sarda de grabado, de la primera mitad del siglo pasado, y 24 han sido realizadas por artistas contemporáneos.
La primera parte de la exposición reúne a cinco grabadores de hace un siglo: Giuseppe Biasi, Mario Delitala, Stanis Dessy, Carmelo Floris y Felice Melis Marini. De ellos muestra unas obras procedentes de los fondos de los Museos Cívicos de Cagliari. Todos han reflejado en sus estampas el paisaje y las gentes de la isla italiana. En estos artistas, los aguafuertes (grabado a partir de planchas de metal) se aplican para la consecución de los valores líricos del paisaje, mientras que la xilografía (grabado a partir de matrices de madera) sirve en las representaciones de tipos sardos, en retratos penetrantes y realistas.
Fue Biasi (1885-1945) el introductor de la xilografía en Cerdeña. En sus estampas, algunas coloreadas, representa tipos, rituales y quehaceres del mundo tradicional sardo. Más épico es el tono de Mario Delitala (1887-1990), cuya producción describe un entorno habitado por una humanidad grave y trascendente. Stanis Dessy (1900-1986) es un maestro del contraste entre blancos y negros. Carmelo Floris (1891-1960) se centra en sus xilografías y aguafuertes en la representación de la figura humana, que, a partir de los años cincuenta, trata con suavidad tonal. Por último, Felice Melis Marini (1871-1953) reflejó en sus planchas paisajes de viejos árboles y murallas.

En segundo lugar, la parte contemporánea muestra diversos trabajos de los artistas sardos más renovadores en activo: Verónica Gambula, Vincenzo Grosso, Gabriella Locci, Rosanna Rossi y Andrea Spiga. Sus obras utilizan indistintamente técnicas tradicionales o experimentales, mezcladas con otros lenguajes como la fotografía o la tecnología digital.
Varias de estas obras son de gran formato y proceden de los talleres de los propios artistas o de los fondos de Casa Falconieri, el centro de investigación sobre el grabado fundado en Cagliari en 1992, mientras que otras han sido realizadas ex profeso para la muestra.
Vincenzo Grosso (Nuoro, 1977) transforma los modernos edificios urbanos en apariciones grises, fantasmagóricas e inquietantes. La investigación de Rosanna Rossi (Cagliari, 1937) se centra en la superficie. En sus grabados, al igual que en sus lienzos, cobra protagonismo una pequeña e incesante vibración lumínica, un temblor de la luz que riza el papel en una apariencia de onda. Gabriella Locci (Cagliari, 1950) cultiva la abstracción, en la que la potencia de los negros configura huecos oscuros, iluminados por destellos de luz blanca o por resplandores rojizos.
Andrea Spiga (Cagliari, 1972) adopta como tema predominante de su producción el rostro humano. Spiga trata los rostros como si fueran "collages", simulando pliegues y superposiciones inexistentes, con lo que consigue unas máscaras de rasgos marcados. Con dos obras está representada Veronica Gambula (Carbonia, 1980): en la principal, de gran formato, un minúsculo personaje forma parte de una muchedumbre, en una metáfora del pulso entre el sentimiento de masa y la conciencia individual.
En la presentación de la muestra, se ha expuesto también un lienzo del pintor español Antonio Ortiz Echagüe, perteneciente a los fondos del museo bilbaíno, ya que vivió en Cerdeña entre 1906 y 1909, y junto al italiano Camillo Innocenti, influyó mucho en la visión que los artistas sardos tuvieron de su mundo. La muestra ha sido organizada en colaboración con el II Festival Internacional de Grabado, que se celebrará en Bilbao entre el 28 de noviembre y el 1 de diciembre próximos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Hacienda requerirá a Salinas Pliego el pago de 51.000 millones de pesos en enero
Ucrania ataca por primera vez a un petrolero de la flota fantasma rusa en el Mediterráneo
Nikola Jokic, el gigante pasador que supera en asistencias a Kareem Abdul-Jabbar
Los olvidados de Sudán: Viaje al interior de la peor crisis humanitaria del mundo
Lo más visto
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- Eduardo Casanova anuncia que tiene VIH: “Hoy rompo este silencio tan doloroso”




























































