Interior afirma que el retorno a la normalidad en el Aran será “difícil y largo”

“Las afectaciones por el desbordamiento del rio Garona en la Val d’Aran han sido muy graves y el retorno a la normalidad será difícil y largo”, ha asegurado este mediodía el consejero de Interior de la Generalitat, Ramon Espadaler, después de visitar el municipio de Arties, una de las zonas más devastadas por la riada en la parte alta del valle. Volver a la normalidad “de forma gradual” es uno de los objetivos que se han marcado las autoridades una vez superado el episodio de lluvias que ha tenido a todo el valle en una situación de emergencia durante 24 horas. Una fase que Protección Civil ha rebajado hoy a alerta al haber mejorado el tiempo y disminuido en más de un metro el caudal del Garona.

Hoy ha sido un día para el trabajo a destajo de los operarios, camiones y excavadoras. El día después de la riada ha dejado un paisaje devastador a lo largo del recorrido del río, con mucho barro acumulado y “severos daños estructurales” en propiedades privadas e infraestructuras que requerirán, a juicio del consejero de Interior, “muchos recursos económicos y tiempo”.

Interior afirma que el retorno a la normalidad en el Aran será “difícil y largo”

Espadaler ha señalado que la mayor preocupación en estos momentos es restablecer las comunicaciones y el suministro de agua potable a la población. En total, hay 3.500 personas afectadas en la capital Vielha y otras 1.000 en los municipios de Betrem, Bossòst, Arties y Salardú.

Los técnicos de la compañía Endesa han restablecido por completo el suministro eléctrico a sus abonados en el Vall d'Aran causados por el desbordamiento de los ríos Garona y Noguera Pallaresa y han comenzado los trabajos de reparación y reconstrucción  de la red y los postes arrastrados por el agua.

Según ha informado la compañía eléctrica, la instalación de doce grupos electrógenos, algunos de ellos transportados por helicópteros militares, ha permitido volver a dar suministro a los abonados que aún estaban a oscuras.

La riada se ha llevado captaciones, depósitos, tuberías, redes de distribución y depuradoras. “La reparación de los desperfectos no será fácil”, ha advertido el consejero. El suministro en estos municipios se hará con camiones cisterna, un sistema que ha permitido esta mañana resolver el problema de falta de agua en el hospital de Vielha. El responsable de Interior ha indicado que todavía es pronto para cuantificar económicamente los daños causados por el desbordamiento del Garona porque algunas infraestructuras están todavía anegadas y no se puede calcular el grado de afectación.

Por esta razón, Espadaler no cree que sea el momento de plantearse la posibilidad de solicitar la declaración de zona catastrófica, pero que en todo caso la Generalitat apoyará cualquier decisión que tome en este sentido el Conselh Generau d’Aran, máxima institución de autogobierno en el valle.

Otro aspecto preocupante es el de la movilidad, ya que siguen cortadas las carreteras N-230 y C-28 que comunican Vielha con los principales municipios del valle. Esta tarde está previsto abrir el paso hacia la frontera francesa, pero sólo hasta Bossòst, ya que la vía está hundida antes de entrar en Les. También se intentará restablecer el tráfico hacia Arties y Salardú.

La mejoría de la situación del Garona permitirá que las 300 personas evacuadas por la crecida del rio puedan volver gradualmente a sus casas, pero siempre bajo la tutela de los bomberos, que antes revisarán si las viviendas han sufrido algún tipo de daño estructural.