Gerenabarrena aprovecha la sentencia del ‘caso Tellería’ para reivindicarse

El caso De Miguel, la supuesta red de corrupción en la que están imputados cerca de una veintena de ex altos cargos y exmilitantes del PNV alavés, le costó en buena medida hace ahora un año la presidencia provincial del partido a Iñaki Gerenabarrena, de quien Alfredo de Miguel era mano derecha. Ahora, tras una época de relativo silencio público, Gerenabarrena ha aprovechado la absolución por falta de pruebas de los tres acusados en el caso Tellería, una derivada del primero, para reivindicarse.

Gerenabarrena aseguró a Radio Euskadi horas después de que se hiciese público el fallo de la Audiencia alavesa que exonera a quien fue uno de los miembros destacados de su dirección de haber espiado a rivales políticos y dirigentes empresariales, que se ha hecho del caso una “utilización política”. A renglón seguido, recalcó que ha quedado demostrado que el PNV alavés “no espió”.

La sentencia considera que la tesis que defendió el fiscal en el juicio —Aitor Tellería acordó con los ertzainas Carlos Lau y Jesús Acha que le transmitiesen informaciones de relevantes personalidades alavesas— “puede ser verosímil, pero no está probada”. Por ello, absuelve a los tres.

“Medios de comunicación afirmaron rotundamente que el PNV había montado una red de espionaje, cosa que es absolutamente falsa. Hemos visto la utilización, tanto dentro de mi propio partido como fuera de mi partido, que en sede parlamentaria se ha montado una comisión de investigación cuyas conclusiones tendrían que hacer sonrojarse a alguien”, añadió el expresidente del PNV alavés.

Esa alusión al interior de su partido entronca con declaraciones que hizo cuando estaba en ciernes el proceso electoral interno en que acabó siendo derrotado por Xabier Agirre para la dirección provincial, declaraciones como que miembros del PNV estaban “echando leña al fuego de forma continuada” en el caso De Miguel “porque les puede interesar”.

Mientras, la portavoz del PSE, Idoia Mendia, afirmó en la SER que la sentencia es “muy garantista” con los derechos de los acusados, pero desde el punto de vista político “las responsabilidades son claras”. “Ha existido una utilización de una información indebidamente, no sabemos todavía con qué fines, y el PNV no tiene que esconderse en una sentencia absolutoria. Son dos cosas diferentes”, abundó.