Fallece una atleta de la carrera de montaña Cavalls del Vent

La carrera Cavalls del Vent, una ruta de montaña en el parque natural del Cadí-Moixeró, de 84 kilómetros, con salida y llegada en Bagà (Berguedà), en un máximo de 24 horas, acabó ayer en tragedia. La atleta Teresa F., de Sabadell, experta corredora de ultra fondo, falleció sobre las dos de latarde en el hospital de Sant Bernabé de Berga. La prueba, que cumplía su cuarta edición y se ha consolidado entre los corredores de élite, se disputó en condiciones muy duras debido a las bajísimas temperaturas —en algunos momentos entre cero y cuatro grados— y la lluvia, que no dejó de caer durante la jornada. “Estamos tristísimos”, lamentó Nicolás Viso, alcalde de Bagà, quien defendió a la organización y confirmó que la atleta sufrió hipotermia.

Bagà, que se entrega cada año con entusiasmo a la Cavalls del Vent —el sábado cientos de aficionados siguieron por caminos forestales, paraguas en mano, a los atletas—, despertó bajó una fuerte conmoción tras difundirse la noticia. La organización suspendió la entrega de premios que debía celebrarse en la plaza Porxada y en la que Kilian Jornet, el campeón del mundo, había de recibir el trofeo, al haber vencido en este doble maratón con un tiempo de 8 horas y 48 minutos. En su lugar, se convocó un minuto de silencio.

Joan Solà, responsable de la organización, explicó que a las 20.00 horas recibieron una llamada de emergencia para avisar de que la atleta, en la pista de Estasen, presentaba síntomas de inconsciencia y agotamiento. Había rebasado los 50 kilómetros —su marido siguió la carrera de refugio en refugio— y acababa de pasar por El Collet. Los corredores tenían a su disposición una decena de refugios para comer y recibir asistencia. “Sabíamos que las condiciones serían muy duras y por eso triplicamos con autocares su evacuación”, señaló consternado.

La Cavalls del Vent se celebra cada año en estas fechas para coincidir con la luna llena. Del millar de atletas inscritos, salieron de Bagà 896 y renunciaron 673, entre ellos Miguel Heras, vencedor en 2011. “Tenía buenas sensaciones, pero hacía mucho frío y eso te consumía la energía”, explicó Jornet tras ganar. Atletas profesionales señalaron que lo habían pasado peor que dando la vuelta al Montblanc, seguramente porque no iban equipados como para soportar temperaturas tan bajas.