El Sergas centralizará su material en un almacén de Negreira desde enero

La semana que viene, la estructura de la plataforma logística que distribuirá todas las prótesis, material quirúrgico, de laboratorio y de oficina, lencería y detergentes que usan los hospitales gallegos quedará levantada entre las parcelas 1 y 2 del desierto polígono industrial de Covas, en Negreira. En octubre, el almacén deberá estar acabado, y en enero la empresa pontesa Servicio Móvil tendrá que empezar a servir material hospitalario. Primero, a Santiago, para después, cada tres meses, ir incorporando una nueva área sanitaria hasta cubrir, con sus 27 camiones y furgonetas, los 594 centros de todo tipo que dependen del Sergas en Galicia.

Hace un año, Sanidade convocaba el concurso público al que se presentaban tres empresas y lograba la adjudicación por 10 años Servicio Móvil, según la conselleira, Rocío Mosquera, porque su oferta era “la mejor” (88 millones de euros, un 10% menos de lo presupuestado en la licitación de la Xunta). Hace un año también, estallaba la Operación Campeón contra el empresario farmacéutico Jorge Dorribo y su trama para obtener subvenciones y contratos públicos. Según recoge el sumario judicial, Nupel y Azkar habían propuesto a la Xunta un proyecto en la misma línea, pero mucho más ambicioso, porque a diferencia del de ahora incluía también la gestión y distribución de todos los medicamentos.

El exparlamentario Pablo Cobián (PP) mediaba ante la entonces conselleira, Pilar Farjas, que se llegaba a reunir con los jefes de las dos empresas e incluso les proponía inaugurar la distribución con un proyecto piloto para los geriátricos. De hecho, Dorribo, cuando fue detenido, ya había levantado una planta en Rábade donde se llevaría a cabo el envasado en formato unidosis de los fármacos para aprovechar al máximo los recursos y no tirar nada.

Feijóo aseguró que con este sistema se ahorrarán

Ayer, en la presentación del futuro almacén de Negreira, el presidente Núñez Feijóo evitó de nuevo aclarar qué punto de madurez habían alcanzado las conversaciones con Dorribo (en el sumario hay incluso un dossier sobre el proyecto con los logotipos del Sergas y de la Universidade de Santiago). “Nosotros no negociamos con nadie. Nosotros admitimos ofertas y las seleccionamos”, zanjó cuando se le recordaron estos detalles.

Feijóo prefirió extenderse sobre otros aspectos, como la creación de 156 puestos de trabajo o el ahorro de 20 millones anuales que, según la Xunta, va a suponer la gestión de las cerca de 45.000 referencias de material hospitalario público por una empresa privada. La plataforma logística, que tendrá zona de frío y un sistema de control de caducidades, no se encargará, sin embargo, de las medicinas, que seguirán siendo gestionadas, de momento, por los propios hospitales.

El presidente aprovechó para repetir hasta la saciedad que la Xunta trabaja para “preservar de la crisis” y “blindar” el sistema sanitario. Y que su “obligación” es “detectar las bolsas de ineficiencia”. Le preguntaron entonces si entre estas bolsas están las camas y la comida, y él dio a entender (sembrando aún más dudas entre algunos periodistas presentes) que son apartados privatizables pero también parte “fundamental” del “servicio público”.