Oñati, cerrado
El pueblo con menos paro también se suma a la movilización
Oñati, el municipio con menos tasa de paro de España, vivió la huelga general con devoción de festividad. La localidad guipuzcoana, que suma casi 10.800 vecinos, amaneció con la industria, el comercio, los bares y restaurantes cerrados. Muchos vecinos aprovecharon la jornada de paro para acercarse al Santuario de Aranzazu y pasar el día en el monte. “Parecía una procesión en un día festivo. Casi todos han aprovechado el buen tiempo para estar al aire libre”, explicaba María José, quien trabaja en el restaurante Txopekua.
La industria, la actividad económica más relevante del municipio, con el Grupo Mondragón a la cabeza como referente en emprendizaje e innovación, también secundó la huelga. En los polígonos industriales de la zona, prácticamente ninguna empresa levantó la persiana, incluida Ulma, una de las principales firmas dedicadas al sector de la construcción. En Oñati, gracias a las cooperativas y la educación, no se conoce apenas el desempleo: solo tiene a 315 vecinos en paro, un tasa de desempleo del 5,4%, según datos Lanbide, más de cuatro veces menos que el conjunto de España.
En la universidad, la mitad de las aulas estaban vacías. De las cuatro facultades de Mondragon Unibertsatea, dos cerraron (la Politécnica y la de Humanidades y Educación) y las otras dos (Empresariales y Ciencias Gastronómicas) estaban abiertas, porque aunque los alumnos votaron a favor de secundar el paro el resultado no era vinculante.
Los trabajadores del Ayuntamiento, gobernado por Bildu, aprobaron por mayoría “aplastante” secundar la huelga contra la reforma laboral. De los 80 empleados, solo trabajaron ayer tres guardias municipales y un funcionario del servicio de registro que atendái el teléfono. El hecho de que la protesta fuese apoyada por las cuatro centrales sindicales principales (ELA, LAB, UGT y CC OO) resultó determinante para que la huelga fuese absoluta en la localidad.
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