Asalto al bar en dos minutos

Llegar con el coche robado, bajarse, agujerear la persiana como si fuese una lata de aceitunas y llevarse el dinero de la caja registradora, el tabaco de la máquina dispensadora y lo recaudado por la tragaperras. Y todo en dos minutos. Dos minutos y medio a lo sumo. Los Mossos d'Esquadra han desarticulado a esta fugaz banda, formada por nueve personas, que atracó 28 bares y 10 estancos en Barcelona y alrededores en tres meses. La policía busca a cuatro personas más.

El cabecilla de la organización, Salvador F. G., estuvo implicado, además, en el asesinato de un hombre de origen senegalés, Ibrahima Dyie, de 31 años, en el barrio barcelonés del Besòs el 3 de enero. El acusado, de 28 años, está en libertad con cargos por un delito de amenazas. Su padre, Antonio F. P., y su hermano, Antoni F. G., están en prisión preventiva, acusados de ser inductores y autor material, respectivamente, del crimen. Otro de sus hermanos, Rafael F. G., deberá responder por lesiones a la víctima.

Este nuevo tropiezo con la ley supone para Salvador F. G. y el resto de la banda tener que acudir al juzgado dos veces por semana (ya tenía que comparecer cada lunes por el crimen del Besòs). Los nueve detenidos suman 150 detenciones por delitos contra el patrimonio, pero el juzgado no ha considerado necesario su ingreso en prisión. La mayor parte de la banda oscila entre los 19 y los 29 años (aunque dos personas tienen 44 y 37).

Un centenar de agentes irrumpieron el miércoles pasado, 14 de marzo, en seis pisos donde viven los presuntos delincuentes. Temían que pudiesen huir, ha explicado hoy en rueda de prensa el responsable de la comisaría del distrito barcelonés de Sant Martí, el intendente Ignasi Texidó. Los Mossos nunca lograron detener a los jóvenes mientras cometían los robaban.

"Huían por las rondas a 200 kilómetros por hora", ha indicado el mando policial. "Iban a por todas porque tenían poco que perder", ha añadido sobre el carácter atropellado y desafiante de la banda, que nunca se detuvo ante el alto de una patrulla.

Los detenidos, ya en libertad, se conocen del barrio y algunos son familiares. No tienen más oficio que el de la calle y el atraco, según los Mossos. En la actuación, la policía ha dado con cinco coches de alta gama robados, que usaban en los golpes. Varias personas de la banda se dedicaban únicamente a la sustracción de estos coches, con los que actuaban un tiempo, hasta que consideraban que estaban "quemados" porque la policía ya los conocía. Los Mossos están alerta, ha indicado Teixidó, no sea que, como están en libertad, los jóvenes vuelvan a robar. Hasta el momento, calculan que se han hecho con 70.000 euros.