El segundo respiro de Luis

Luis Domínguez Quintana, de 74 años, con una minusvalía reconocida del 65% y que lleva dos años sin hacer frente al pago de su hipoteca, recibió el viernes pasado la buena noticia de que su segundo intento de desahucio, previsto para hoy lunes, ha sido sido aplazado. Por el momento, desconoce aún cuándo se producirá.

En declaraciones a Europa Press, Luis ha expresado su alegría ante esta "buena noticia", pero ha añadido que todavía no ha alcanzado ningún acuerdo con Caja Madrid, a la que debe 150.000 de la hipoteca de su vivienda, situada en la localidad madrileña de Parla y de 130 metros cuadrados.

Tras haber trabajado en Alemania y Francia, se jubiló con 60 años en el país vecino. "Dejé la pensión a mi hija de cinco años porque ella no tenía la culpa de que su madre y yo nos divorciásemos", ha indicado a la misma agencia. Entonces, este extremeño, que lleva tatuado en el pecho un corazón con una flechita donde se especifica cuál es su grupo sanguineo, montó una  empresa de construcción y se dio de alta como autónomo.

Sus problemas, tal y como confesó a este diario, comenzaron hace tres años, cuando sufrió un accidente de tráfico que le afectó gravemente a las piernas y que le impide trabajar. A la vez, no cobró dos facturas que suman 60.000 euros a nombre de su empresa de construcción. Se quedó sin dinero y empezó a dejar de pagar la hipoteca. Afiliado al PSOE, buscó apoyo en los políticos pero no lo encontró. Desde entonces, ha estado viviendo con 270 euros mensuales que le presta su hermana, a la espera de percibir el subsidio que le corresponde cobrar de la Seguridad Social.

 El pasado 16 de junio, un centenar de miembros del Movimiento 15-M y de la Plataforma de Afectado por la Hipoteca (PAH) consiguió paralizar el primer aviso de desahucio. Al grito de "Luis, amigo, el pueblo está contigo", los manifestantes evitaron que la secretaria judicial y el representante del banco pudieran acceder al edificio. El abogado de la plataforma presentó a las autoridades judiciales unos informes médicos con los que se consiguió paralizar el alzamiento. Luis anda apoyado en unas muletas y guarda una estricta dieta que parece que le rejuvenece. Come una sola vez al día y se alimenta a base de legumbres, fruta, queso y yogures.

"Es el 15-M el que me sacó de esto, estoy muy contento con ellos", ha subrayado. A través de los indignados se puso en contacto con la PAH, de la que forma parte activamente. Luis recomienda a todas aquellas personas que estén en la misma situación que él "que luchen porque esto es un combate, una pelea, y tiene que ser entre todos juntos porque si no, no se consigue".