‘Si no fuera por las sílabas del sábado’: las viudas unidas por la muerte más estúpida
Mariana Salomão Carrara, escritora y abogada, compone una novela minimalista sobre la amistad, la maternidad, la pérdida, los afectos…


Todas las muertes son trágicas. Y luego están las estúpidas. Porque hay pocas maneras más absurdas de morir que aplastado por un suicida que cae del cielo. Con ese suceso fortuito arranca la deliciosa novela Si no fuera por las sílabas del sábado, de la brasileña Mariana Salomão Carrara (São Paulo, 39 años), que la editorial Tránsito acaba de publicar en español con traducción del portugués de Regina López Muñoz. La muerte, el luto, el duelo, impregnan la obra literaria de Carrara, pero más especial todavía es su querencia por los títulos largos y singulares.
Este libro se titula así porque los segundos que una criatura pequeña tarda en pronunciar las sílabas sá-ba-do bastaron para desencadenar la devastadora tragedia que entrelazó las vidas de las protagonistas. Un instante en que dos mujeres quedan simultáneamente viudas.
El marido de Madalena salta al vacío desde un décimo y en su caída mata al esposo de Ana cuando sale a recoger un póster recién enmarcado el día que ella se hace un test de embarazo. Da positivo. Vecinas de edificio, las dos viudas se conocen en el instituto anatómico forense. “Toda ella era una desfiguración. Una mujer en ruinas y quise saber si yo también era eso, si en apenas unas horas ya me había convertido en ese espantajo descarnado y esculpido”, reflexiona Ana, la narradora, sobre Madalena.
Carrara, escritora y abogada, compone con delicadeza una novela minimalista que parece escrita con un bisturí sobre la amistad, la maternidad, la muerte, los afectos… Navega por la intimidad cotidiana de un trío de mujeres, las viudas y Catarina, la bebé que nace huérfana de padre. La narradora es su madre, Ana, una arquitecta que intenta reconstruir su vida mientras la cría sola y asiste con cierta impotencia a cómo la otra viuda va ofreciéndose a ayudarla y ganando espacio en su existencia.
Juntas construyen un universo que el libro explora con sutileza desde los recovecos de las relaciones humanas hasta detalles de lo más banales. “Catarina lloraba como si poco a poco yo estuviera dándole la noticia y a cada hora redescubriera su propia tragedia (…). Lloraba más alto que todos los bebés del mundo para recordarme durante la madrugada entera que yo no era ni sería nunca suficiente”, se lamenta Ana.
El relato va dando saltos en el tiempo. Antes de la tragedia, inmediatamente después, la década siguiente… en una montaña rusa de rabia, soledad, desamparo, tensión y luz, también hay luz
Sus pensamientos —concatenados a toda velocidad— son el hilo conductor de un relato que va dando saltos en el tiempo. Antes de la tragedia, inmediatamente después, la década siguiente… en una montaña rusa de rabia, soledad, desamparo, tensión y luz, también hay luz. La autora construye sus personajes dosificando los detalles en píldoras, de manera que van tomando forma de manera sincopada a medida que la lectura avanza. Las vivencias narradas en Si no fuera por las sílabas del sábado (premio Ciudad de São Paulo de Literatura 2023 a la mejor novela) transcurren en un no lugar. Más allá de algún guiño a Brasil —Francisca, la heroica tata— y a São Paulo —el zumbido de los helicópteros—, podría ser cualquier ciudad del planeta.
Aunque Carrara escribe desde niña y en la adolescencia ya parió una novela, estudió derecho.Y trabajó durante años como abogada de oficio. Ha escrito cuentos y poemas además de novelas. Entró en el circuito literario nacional de Brasil el año de la pandemia, 2020, después de quedar finalista del Jabuti, uno de los premios literarios más importantes de Brasil, con Se Deus Me Chamar Não Vou (Si Dios me llama no voy, sin traducir).

Si no fuera por las sílabas del sábado
Traducción de Regina López Muñoz
Tránsito, 2025
208 páginas. 19,95 euros

Si no fos per les síl·labes de dissabte
Traducción de Pere Comellas Casanova
Les Hores, 2025 (en catalán)
180 páginas. 19,90 euros
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