Los bombardeos israelíes y la ocupación militar de la Franja impiden enterrar a los fallecidos en los cementerios tradicionales. En varios lugares se han habilitado zonas para dar una sepultura a las víctimas, pese al trauma que esto genera entre sus familiares
Nasser, el mayor centro médico del sur de la Franja y el único con capacidad para tratar pacientes críticos, está rodeado por “zonas rojas” y cada vez más aislado de la población
La ayuda entra en la Franja a cuentagotas y conseguir comida es la mayor preocupación. Algunas personas vuelven a sus casas en zonas de combate para buscar alimentos que tuvieron que abandonar en su huida
Miles de familias, como la de un joven taxista que ahora construye una tienda de campaña improvisada, llevan meses dando tumbos en busca de un lugar seguro, mientras los bombardeos arrecian. El 81% de la Franja son zonas militarizadas o desalojadas por Israel, según la ONU
Los habitantes de la Franja inventan soluciones desesperadas para sobrevivir al bloqueo israelí, que no permite la entrada de suministros desde principios de marzo. Para muchos de ellos, son prácticamente un “acto de patriotismo”
Desde el 2 de marzo no entra ayuda humanitaria en la Franja, donde los alimentos y bienes de primera necesidad se están agotando. El pan es ya un lujo y la desnutrición vuelve a afectar a miles de palestinos, especialmente a niños
Las manifestaciones, las primeras contra el movimiento islamista en 16 meses de guerra, surgen de la desesperación por el hambre, las muertes y la destrucción. Dividen a la población entre sus defensores y los que creen que ayudan al agresor
Las familias Salout, Mohieddin y Asfour, como las de otras miles en la Franja palestina, vuelven a hacer las maletas para sobrevivir ante la nueva ofensiva israelí y el fin del alto el fuego con Hamás
Mohamed Solaimane acabó de escribir su tesis en una tienda de campaña para desplazados de la Franja, sorteando obstáculos inimaginables. Este es su relato en primera persona de cómo su trabajo se convirtió en un símbolo de la resistencia sobre la adversidad
Pese a los bombardeos israelíes y la falta de cuidados, hay árboles que han sobrevivido a este año de guerra. Los cultivos han quedado muy diezmados, pero los palestinos celebran que la vida se impone en una Franja devastada
Familias palestinas desplazadas en una zona costera en el sur de la Franja ven cómo sus tiendas de campaña se inundan por la oscilación del mar y temen que sus frágiles refugios no resistan al frío y a las lluvias del invierno
Centenares de personas, entre ellas muchos niños, se hacinan en las celdas de un gran centro penitenciario del sur de la Franja porque no tienen otro lugar al que ir, pese a que el lugar les da escalofríos y puede ser bombardeado por Israel en cualquier momento
Un 70% de la población de la Franja se ha visto obligado a dejar su casa desde que empezó la guerra hace nueve meses. Algunos escriben sus pensamientos y sus llamamientos al mundo desde los campos donde malviven
Los desplazados por la guerra se ven obligados a reparar sus prendas en sastres y pequeños talleres de calzado. “Algunos clientes han perdido más de 40 kilos y acuden a mí para ajustar la talla”, cuenta un profesional
Familias como la de Samia Abu Juwayad, con tres hijos adultos discapacitados, afrontan retos diarios inimaginables para cuidarlos dignamente. Al menos un 15% de la población desplazada en la Franja padece alguna disfunción psíquica