Milei pierde a su jefe de Ministros, víctima de las presiones internas
Guillermo Francos era la cara amable de la administración ultraderechista argentina


Guillermo Francos, jefe de Ministros de Javier Milei, presentó este viernes por la noche su renuncia al cargo. Lo hizo, dijo, “ante los persistentes transcendidos sobre modificaciones en el Gabinete Nacional” y para que el presidente “pueda afrontar sin condicionamientos la etapa de gobierno que se inicia luego de las elecciones del pasado 26 de octubre”.
Esas elecciones dieron un amplio e inesperado triunfo a la ultraderecha sobre el peronismo. El resultado hizo suponer que Milei, fortalecido en las urnas, renovaría su apoyo a Francos, la cara amable de una administración caracterizada por los insultos y agravios del presidente hacia opositores y aliados. Al parecer, los gestos presidenciales no fueron suficientes y el ministro decidió dar el portazo.
Señor Presidente de la Nación
— Guillermo Francos (@GAFrancosOk) November 1, 2025
Ante los persistentes trascendidos sobre modificaciones en el Gabinete Nacional, me dirijo a Usted con el objeto de presentarle mi renuncia al cargo de Jefe de Gabinete de Ministros, para que pueda afrontar sin condicionamientos la etapa de gobierno…
En lugar de Francos asumirá Manuel Adorni, hasta ahora portavoz oficial y hombre de confianza de Karina Milei, la poderosa hermana del presidente.
Junto con el jefe de Gabinete presentó su renuncia el ministro de Interior, Guillermo Catalán. El funcionario llevaba en el cargo desde septiembre, luego de que Milei decidiese revivir el ministerio tras la derrota ultraderechista en Buenos Aires ante el peronismo kirchnerista.
La cartera del Interior se encarga de la relación entre el Gobierno nacional y las provincias y Milei había decidido reducirlo a una secretaria. Ante la necesidad de mostrarse abierto al diálogo, pidió a Francos que ascendiera a su mano derecha al cargo de ministro.
La salida de Francos se consideraba un hecho antes de las elecciones legislativas del pasado domingo. La Casa Rosada esperaba una dura derrota y el propio Milei había anunciado un recambio de ministros para relanzar su gestión. La victoria, sin embargo, cambió los planes y Francos pareció salir reforzado. Pero el fuego amigo no amainó.
Milei agitó la posibilidad de nombrar jefe de ministros a Santiago Caputo, el segundo hombre más fuerte del Gobierno, pero que hoy oficia como un colaborador externo. El asesor presidencial también es mencionado como posible ministro del Interior.
Francos nunca se llevó bien con Caputo, al que achacaba tener todo el poder, pero sin los riesgos legales que tiene un ministro. El ahora exjefe de Gabinete tampoco se llevaba del todo bien con Karina Milei, la mujer que susurra al oído del presidente y es también su sostén emocional.
Los éxitos como negociador no bastaron para que la ultraderecha dejase de considerar a Francos sapo de otro pozo. Era el único ministro de Milei que venía de la vieja política y tenía experiencia de gestión. En un equipo lastrado por el amateurismo y la devoción al presidente, la figura de Francos desentonaba con claridad. Era él quien negociaba con los gobernadores opositores y quien ponía la cara en el Congreso. Pero chocaba con frecuencia ante la evidencia de que la Casa Rosada no estaba dispuesta a cumplir con las promesas que hacía a sus interlocutores.
Desgastado, Francos decidió finalmente dejar el Gobierno. “Por extraña coincidencia, mi primer acto como ministro del Interior y mi último como jefe de Gabinete fueron reunir a los gobernadores de las provincias con el Poder Ejecutivo Nacional con el objeto de encontrar mecanismos de diálogo y generación de consensos, imprescindibles para avanzar en las reformas estructurales que la Argentina necesita", escribió en su carta de renuncia.
Francos es el segundo ministro que Milei pierde en dos semanas. Días antes de las elecciones renunció el canciller Gerardo Werthein, harto de los ataques que recibía desde el ejército digital que responde a Caputo. Horas después le siguió el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, pero tras el triunfo del domingo su salida quedó suspendida.
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