El rapero Eduardo Ruiz Sáenz, primera víctima de la represión del Gobierno interino de Perú
El manifestante fue atacado por un policía infiltrado, según los testigos presenciales. Otro joven se encuentra en coma por el impacto de una bomba lacrimógena

El disparo sonó al borde de la medianoche en los alrededores de la Plaza Francia, en el centro de Lima. El cuerpo se desplomó sobre la vereda. Hubo quienes huyeron despavoridos, otros corrieron en la dirección de donde salió el disparo, pero la mayoría fue auxiliar a Eduardo Mauricio Ruiz Sáenz, la víctima mortal de la marcha nacional en contra del presidente José Jerí. Mientras los manifestantes intentaban presionar el orificio en su pecho, apareció en escena casi de inmediato un hombre de camisa manga larga, jeans y zapatillas blancas. Llevaba una pistola. Se acercó al herido, dijo un par de cosas y, según los testigos, disparó al aire y se marchó a paso veloz.
Minutos después, Ruiz Sáenz fue subido a una moto y llevado de emergencia al Hospital Arzobispo Loayza, donde llegó ya fallecido. La víctima era un rapero conocido en la escena. Tenía 32 años, le decían Trvko y era de San Martín de Porres, un distrito ubicado al norte de la capital. Deja un hijo en la orfandad y una profunda llaga en la ciudadanía. Se trata de una persona más que pierde la vida por ejercer su derecho de marchar en contra del Gobierno.
De acuerdo con quienes estuvieron en la zona, los manifestantes advirtieron la presencia de un grupo de policías infiltrados. Al verse descubiertos emprendieron la huida. Uno de ellos, según esos relatos, jaló del gatillo. “Eran tres [una terna]. Dos varones y una mujer. Uno de ellos cayó en su escape. Volteó y disparó por disparar. Y ni siquiera esa bala agarró a los jóvenes que lo estaban siguiendo, sino a otro que estaba atrás”, narró un testigo.
La Unidad de Inteligencia Táctica Operativa es conocida ampliamente como el Grupo Terna, porque sus agentes suelen caminar la calle en equipos de tres. Son entrenados para mimetizarse con el objetivo de desarticular mafias. Pero desde hace varios años también son empleados en las movilizaciones con la supuesta tarea de identificar a potenciales delincuentes, aunque los colectivos sociales han denunciado en muchas ocasiones que en realidad solo buscan deslegitimar la protesta, abusando de la violencia bajo el disfraz de civiles.
El ministro del Interior, Vicente Tiburcio, ha negado que el Grupo Terna haya formado parte del operativo para controlar la marcha. “Lamentamos que haya un hecho de muerte. Hemos acompañado a todos los manifestantes para ejercer su derecho de protesta pacífica, pero ustedes han visto cómo nos han atacado. En ningún momento han sido incluidos los Terna, ni de acompañamiento”, aseguró Tiburcio, con apenas un día en el cargo. Fue recién el martes que José Jerí nombró a su Gabinete.
Altos mandos sumamente cuestionados, como el primer ministro, Ernesto Álvarez Miranda, quien hace tan solo unas semanas criminalizó las marchas y tildó a los jóvenes de la generación Z de subversivos, comparándolos con el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Para evitar más linchamientos, Álvarez —imputado de violación sexual hace una década— cerró su cuenta en la red social X.
El presidente José Jerí —otro acusado de violación sexual— sí se pronunció en X durante la madrugada. “Fuerza a su familia en este momento. Que las investigaciones determinen con objetividad los hechos y responsabilidades”, dijo escuetamente. Al inicio de la jornada fatal, Jerí sobrevoló Lima en un helicóptero junto al primer ministro Tiburcio; el alcalde de Lima, Renzo Reggiardo; y Óscar Arriola, el jefe de la Policía. Reggiardo —que también cuenta con horas en el sillón municipal tras la renuncia de Rafael López Aliaga— será clave para esclarecer el asesinato. Los colectivos sociales indican que en la zona hay varias cámaras de seguridad.
#URGENTE | Hace 10min, ternas fueron descubiertos a la altura de la Plaza Francia. Uno le disparó a una persona en el vientre. Fue trasladada en una moto. Urge garantizar su integridad. Otro policía de civil intervino y disparó varias veces más. Más policías se dirigían a la… pic.twitter.com/Bxu04jexm5
— Adrián Sarria Muñoz (@AdrianSarriaMu) October 16, 2025
Arriola, en tanto, tuvo palabras indolentes en la víspera de la protesta. “Vemos las intenciones reales de una desestabilización. Están buscando un resultado dañoso. Están buscando un Inti y un Bryan”, dijo. Hace cinco años, en noviembre de 2020, dos jovencitos murieron mientras marchaban. A Inti Sotelo le perforaron el pecho, justo a la altura del corazón, y a Bryan Pintado lo impactaron con diez perdigones a una distancia tan corta que le causaron una hemorragia letal.
Al día siguiente, Manuel Merino de Lama renunció con apenas cinco días en el poder. Habían vacado a Martín Vizcarra y Merino asumió el cargo al ser el presidente del Congreso. Accedió a una curul siendo uno de los parlamentarios menos votados. Es un calco de Jerí, que ni siquiera reunió los votos necesarios para obtener un lugar en la Cámara y hoy preside el país. En las redes exigen su dimisión inmediata. Y es que hay una segunda víctima que lucha por su vida. A Luis Reyes Rodríguez, de 28 años, una bomba lacrimógena le abrió la cabeza y ha sido inducido a coma por la gravedad de sus lesiones. La Defensoría del Pueblo ha calculado más de cien heridos entre manifestantes, periodistas y policías.
El casquillo de la bala que acabó con Eduardo Ruiz Sáenz fue resguardado por los manifestantes para contar con evidencia. Tan solo una hora y media antes de morir, el rapero compartió en su Instagram un mensaje para la Policía: “Así como nos dispararon debieron de arremeter contra esos verdugos bambas”.
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