El chavismo lanza una ofensiva para demostrar a Estados Unidos y al mundo que combate el narcotráfico
El Gobierno venezolano asegura que ha desplazado tropas a la frontera e insiste en que el trasiego de drogas por su país es menor

Mientras crece la tensión con los Estados Unidos por la flota armada que ha desplegado en el Mar Caribe, en el límite con territorio venezolano, el régimen chavista hace un esfuerzo muy especial para publicitar al detalle sus operativos antinarcóticos en las zonas fronterizas y costeras del país, adelantado por las Fuerzas Armadas y los cuerpos de seguridad.
El relato sobre la responsabilidad en el combate al tráfico de drogas -mucho más frecuente ahora- corre aparejado de una vigorosa campaña nacionalista desplegada en spots televisivos y de radio, en la cual se hacen llamados a la población a alistarse para la defensa del país, con constantes alusiones a la dignidad nacional y el carácter sagrado de la soberanía.
El Gobierno de Nicolás Maduro insiste en presentarse como una administración legítima, producto de una decisión democrática que considera incontrovertible, y hace todo lo posible por alinear la interpretación sobre su presencia en el poder con la promoción de los valores nacionales. Maduro nunca mostró las actas que certifican la victoria que se arroga; en cambio, la oposición publicó unas, validadas por el Centro Carter y la OEA, que le dan un triunfo abrumador.
Maduro ordenó el despliegue de 25.000 soldados en las fronteras venezolanas. Lo hizo, aseguró, “para reforzar las operaciones de las Unidades de Reacción Rápida en la zona binacional con Colombia y la fachada caribeña, desde la península la Guajira hasta el estado Falcón, y para reforzar todas las operaciones en la fachada oriental de los estados Nueva Esparta, Sucre y Delta Amacuro”. Unas maniobras, en términos militares, de mucho calado.
Toda esta operación, de acuerdo a las autoridades militares del país, persigue como objetivo “comprobar la no existencia de cultivos ilícitos” y “bloquear la zona de posible narcotráfico”.
Además de Maduro, la vicepresidente, Delcy Rodríguez; el ministro de Interior y de Justicia, Diosdado Cabello, y el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino, han ofrecido conferencias de prensa con detalles los operativos militares y el alistamiento de voluntarios para la defensa nacional; las incursiones fluviales y con drones en las zonas llaneras del estado Apure, y el derribo de 40 aeronaves con narcóticos en los cielos venezolanos en estos meses.
La vocería chavista sostiene que en Venezuela no se producen ni se trafican drogas, y que el aludido Cartel de los Soles no existe. El Gobierno de Maduro argumenta que el 87% del tráfico de estupefacientes en Sudamérica circula por el Pacífico (esos datos son reales), y que todos los informes recientes de Naciones Unidas sobre el tema excluyen a Venezuela de las zonas críticas de producción y distribución de drogas en la región, lo que es cierto.
Delcy Rodríguez ha criticado “la hipocresía y doble moral” de Washington sobre el tema del tráfico global de drogas, afirmando que “el 85 de las ganancias del narcotráfico se quedan en los Estados Unidos, de acuerdo a los informes de Naciones Unidas, especialmente en su sistema financiero”. “Varios bancos estadounidenses han sido multados por recibir dinero del narcotráfico para lavarlo”, añade.
Como otros voceros del gobierno chavista, Rodríguez afirmó que la DEA (la oficina antinarcóticos de Estados Unidos) “tiene conocidas conexiones con el mundo del narcotráfico”, e insistió en que en el país “no hay un solo metro cuadrado de cultivo de drogas, ni de hojas de coca, ni de cannabis. Tampoco circulan anfetaminas o drogas de síntesis.
Al comentar “la amenaza militar sin precedentes” que los Estados Unidos tienen sobre Venezuela, el ministro de la defensa, Vladimir Padrino, aseguró que lo que persiguen los Estados Unidos con las declaraciones políticas y las maniobras militares no es combatir el narcotráfico, sino “desestabilizar desde dentro, provocar una división de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para que salgan por ahí traidores, forzar un cambio de régimen. No lo van a lograr”.
Al anunciar la incorporación del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela a las tareas de las Unidades Comunales de la Milicia,Cabello, que también es primer vicepresidente de esta organización, afirmó que está en desarrollo “una operación de guerra psicológica contra el país”. Rubio y otros funcionarios de la Casa Blanca (y otros ajenos como el presidente de El Salvador, Nayib Bukele) han publicado en redes mensajes ambiguos que dan a entender que algo inminente está por ocurrir.
Por el reencuentro de las familias venezolanas pic.twitter.com/dVwAyZKhbb
— Presidente Bukele News (@NayibBukeleDice) September 9, 2025
“No van a poder con este pueblo, no van a poder vencer a la revolución bolivariana”, profetizó Cabello. “Van a pasar años, siglos, y esta historia la va a contar la revolución. La historia la escriben los vencedores, y esta historia la vamos a contar nosotros, no ellos. Ni los de adentro, ni los de afuera”.
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