Una mancha de aceite avanza hacia la N-III

En las inmediaciones de Arganda del Rey (29.000 habitantes), en la finca de El Calderín, una mancha de aceite usado ha empezado a moverse. Se trata de una balsa de unos 50 metros de largo, 20 de ancho y tres de profundidad que hasta ahora había permanecido en estado sólido y que, por razones desconocidas, se ha licuado. "Ha rebosado los bordes naturales y amenaza con llegar a la carretera Madrid-Valencia y afectar su estructura", señala un escrito de la Fiscalía de Medio Ambiente.Pero el misterio de la mancha móvil no acaba ahí. Los investigadores no han podido precisar cuándo se efectuó el vertido de esta masa de hidrocarburos y aceite mineral usado. Es más, el dueño de la finca ha declarado que cuando la compró ya existía. Esta dificultad, sin embargo, no ha impedido que se descubra quién fue el supuesto responsable de su depósito en el lugar: una empresa de gestión de aceites.

La querella contra esta sociedad no se ha hecho esperar. "La situación y estado de las citadas balsas supone un grave riesgo para la salud pública y el medio ambiente, por cuanto puede filtrarse o decantarse en los acuíferos subterráneos de la zona. Riesgo agravado en tanto que las sustancias contaminantes que hasta la fecha permanecían inactivas y en estado sólido comenzaron a licuarse", indica el fiscal. Ante esta situación, se ha ordenado una batería de pruebas, declaraciones y medidas cautelares. Entretanto, la mancha avanza.