¿Aceptó Tom Homan 50.000 dólares? Lo que se sabe de las acusaciones de soborno contra el zar de la frontera
El funcionario ha insistido en que no hizo nada ilegal mientras los críticos de la Administración Trump exigen publicar las grabaciones del supuesto soborno


La Casa Blanca se encuentra bajo una presión cada vez mayor a medida que se intensifica la controversia sobre las informaciones que apuntan a que Tom Homan, responsable de la seguridad fronteriza de la Administración Trump, aceptó un pago en efectivo de 50.000 dólares durante una operación encubierta del FBI el año pasado. A pesar de sus repetidas negativas de haber cometido alguna irregularidad, Homan ha evitado rechazar directamente la acusación principal: que aceptó el dinero.
La historia salió a la luz cuando The New York Times y MSNBC informaron que agentes encubiertos del FBI grabaron a Homan mientras aceptaba una bolsa con dinero en efectivo en septiembre de 2024. Los agentes, que se hicieron pasar por empresarios, supuestamente le ofrecieron el dinero a cambio de ayuda para conseguir contratos gubernamentales en una posible segunda Administración Trump. Según los reportes, cintas de audio captaron la interacción, lo que plantea dudas sobre si el zar de la frontera violó las leyes federales contra el soborno.
Aunque el Departamento de Justicia siguió adelante con el caso, las autoridades cerraron la investigación a principios de este año, justo después del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Algunos agentes del FBI que trabajaron en la operación expresaron su frustración, y señalaron que la investigación se había cerrado antes de que se pudieran reunir todas las pruebas pertinentes. Sin embargo, los fiscales del Departamento de Justicia, entre ellos el alto funcionario Emil Bove III, consideraban que las pruebas no cumplían los requisitos legales para presentar cargos por delitos como soborno o conspiración.
La respuesta de Homan
En el centro de la controversia se encuentra la respuesta de Homan. En distintas apariciones en los medios de comunicación, incluido el programa Ingraham Angle de Fox News, ha insistido constantemente en que “no hizo nada delictivo” ni “nada ilegal”. Sin embargo, el funcionario ha eludido a las preguntas expresas sobre si aceptó el soborno de 50.000 dólares. En cambio, ha calificado las acusaciones de ataques con motivaciones políticas, llamándolos “artículos difamatorios” y señalando los sacrificios que él y su familia han hecho para servir en el Gobierno.
“Dejé un negocio muy exitoso que dirigía para volver a trabajar para el Gobierno”, dijo Homan. “Mi familia se sacrifica. Yo me sacrifico todos los días. Recibo más amenazas de muerte que nadie”.
Defensa de la Casa Blanca
La secretaria de prensa Karoline Leavitt dijo inicialmente a los periodistas que el funcionario no había participado en las decisiones sobre la contratación y que no había hecho nada malo. Sin embargo, el lunes, su defensa se volvió más contundente: “El Sr. Homan nunca tomó los 50.000 dólares a los que se refieren, así que deberían aclarar los hechos”. Leavitt también acusó al FBI de intentar tender una trampa a uno de los aliados más cercanos de Trump, y aseguró al público que la Administración apoyaba a Homan “al 100%”.
La declaración de Leavitt contradijo directamente los informes de que el FBI había grabado la transacción, lo que llevó a expertos jurídicos y legisladores demócratas a exigir la publicación de las grabaciones. “El acto fue captado por las cámaras”, dijo la senadora Elizabeth Warren, e instó a la Administración a entregar las grabaciones al Congreso. La representante Elissa Slotkin hizo eco de la petición, e insistió en que la transparencia era la única forma de resolver la disputa.
Los críticos argumentan que la controversia podría resolverse rápidamente si el FBI publicara las grabaciones de las reuniones del funcionario con los agentes encubiertos. Si Homan nunca aceptó el soborno, las grabaciones lo exonerarían. Si lo hizo, las preguntas se centrarían en qué pasó con el dinero y por qué el Departamento de Justicia cerró el caso.
Expertos señalan que es ilegal aceptar dinero destinado a influir indebidamente en la contratación federal, incluso si el destinatario no cumple sus promesas. Sin embargo, los cargos en virtud de las leyes federales sobre soborno exigen que la persona sea un funcionario público en el momento de la transacción. Según se informa, los fiscales tenían previsto esperar a que Homan asumiera formalmente su cargo en el Gobierno antes de considerar la posibilidad de presentar cargos, pero el caso se archivó tras la toma de posesión de Trump.
Por ahora, la Casa Blanca mantiene su postura a favor de Homan. “Es un valiente servidor público que ha hecho un trabajo fenomenal ayudando al presidente a cerrar la frontera”, afirmó Leavitt.
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